Arturo Martínez Moya 
Como dijo el gobernador del Banco Central la semana pasada, Lic. Héctor Valdez Albizu, la economía global afronta una situación compleja. El volumen de comercio mundial de mercancías retrocedió en el último trimestre de 2018, por las tarifas y riesgos derivados de la tensión comercial EEUU-China. Se prevé que este año el ritmo de comercio se reducirá hasta 2.6%, restando puntos porcentuales al crecimiento del PIB global.
Como nadie sabe hasta dónde llegarán las escaladas de las potencias en un escenario mundial que juega en contra de economías en desarrollo como la nuestra, cualquier nuevo factor puede propagarse rápido y de manera sincronizada para empeorar el balance de riesgos externos. Lo reconoció Valdez Albizu, citó la volatilidad del petróleo. El sube y baja es amenazador para nuestro país que es importador neto, el barril West Texas Intermediate de $45.41 dólares el 31 de diciembre 2018, escaló a $65.89 dólares el 24 de abril 2019, cayendo a $51.68 dólares el 5 de junio 2019. Perdimos divisas importando y consumiendo el mismo volumen de petróleo, gasolinas, gasoil, glp y otros derivados, en enero-marzo 2019 la factura petrolera se encareció en $64.4 millones de dólares, un 7.4%, comparado con los mismos meses 2018.
Aunque no controlamos los shocks que nos llegan del exterior, si es posible hacer cosas para contrarrestarlos, como lo hizo el Banco Central a final de mayo. Dejando claro que está preparado para actuar ante la situación excepcional que se vive, aprovechó que en abril la inflación acumulada marcaba 1.39% para liberar del encaje legal RD$29,209.7 millones, fondos que la banca comercial prestará a la producción, exportación, comercio y al consumo de las familias.
En la práctica el Banco Central regresa al mercado liquidez recuperada del programa que por RD$20,423.2 millones puso en marcha en julio 2017. En esa oportunidad, además, redujo su tasa de referencia en cincuenta puntos básicos, ahora la dejó en 5.50% anual, donde ha estado desde final de julio 2018, correctamente interpretó que está donde debe, en un nivel neutral, no incentiva ni lastra la economía.
Otra diferencia, habla de la gravedad del panorama internacional que el nuevo programa supera en RD$8,786.5 millones el de 2017, lo que es necesario para apoyar con efectividad el pronóstico de crecimiento del PIB alrededor de su potencial. Objetivo que se alcanzará, se está aprovechando, además de la baja inflación, la sólida confianza del consumidor y que nos ingeniamos para avanzar, no obstante la globalización haber profundizado las interrelaciones que magnifican los shocks externos.
Los hombres de empresas han valorado como positiva la iniciativa monetaria, que sin dejar de ser laxa transmite el claro y tajante mensaje de apoyo a sectores productivos, cuando los riesgos que pesan sobre la economía mundial pueden conducirla a una tormenta perfecta: reducción del comercio y el crecimiento mundial, con baja en el flujo de capitales externos por aumento de la sensibilidad al riesgo de los inversores.
Es de justicia decir, debe reconocerse, que actuando en la dirección correcta y en el momento preciso para proteger las actividades económicas bajo tormentas de alto poder destructivo, es como el Gobernador del Banco Central Valdez Albizu ha ganado credibilidad y confianza en la comunidad financiera local e internacional. Sin duda es su mayor activo.
