Moradores del ensanche Espaillat marcharon ayer en contra de que se les continúe acusando de los actos delictivos que se cometen en la sociedad como la distribución de drogas, atracos, violaciones y otros atropellos que se realizan a diario en el país.
La marcha, que llevó por lema Basta ya, no nos condenen, no tenemos la culpa, inició en las instalaciones de la fundación Todos Unidos, ubicada en la calle Interior F, número 145 de ese sector, y fue amenizada por el batón ballet Las Mirabal del Espaillat.
La presidente de la fundación, Dinamarca Reynoso, dijo que el recorrido busca que a los integrantes de los barrios marginados no se les etiquete como delincuentes o futuros malhechores sólo por pertenecer a un barrio de bajos recursos económicos. Nacer en el ensanche Espaillat hace daño a los niños de la zona, porque se desarrollan escuchando palabras negativas que lo dejan marcados para toda la vida, dijo.
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Jóvenes reclaman
Jóvenes levantaron sus voces en contra del bombardeo de calificativos peyorativos y señalaron que cada día son señalados como los causantes de los daños que ocurren en el ensanche Espaillat. Desde que ocurre algo raro aquí o en otro lugar cercano, los policías vienen a preguntarnos que si estamos involucrados, dijeron.