Protestan contra la Unión Fenosa

Protestan contra la Unión Fenosa

MANAGUA (AFP) – Una situación caótica vivía este miércoles Nicaragua sin electricidad y sin agua, debido a una crisis en las operaciones de la empresa privada española Unión Fenosa, lo que tiene semiparalizado el sistema de educación, los entes gubernamentales y la industria.  

Unas 400.000 usuarios son afectados diariamente por la crisis energética que ha provocado un déficit diario de 15 millones de galones de agua (3,8 litros), lo que ha desatado protestas con bloqueos de calles y quema de neumáticos y toma de edificios por pobladores de barriadas en la capital.   “Realmente estamos preocupados con esta crisis porque parece que no hay ninguna solución a lo inmediato y la gente ya se está sofocando y con justa razón”, reconoció el gerente de operaciones de la Empresa de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), Mario Montenegro.

   La ausencia de alumnos en escuelas públicas y privadas se acentuaba este miércoles por la escasez de agua que por tercer día consecutivo por lo que los padres de familia optaron por no enviar a sus hijos a clase.     Aunque no hay una disposición oficial para suspender las clases, algunos colegios diurnos cerraron sus puertas por la falta de agua para el aseo de baños y piso.   El director general de Educación Tulio Tablada mencionó que los más afectados por los apagones son 37.740 estudiantes del turno nocturno y aseguró que permitirán a los colegios adecuar los horarios para que los alumnos no corran riesgo de ser asaltados por la oscuridad.

   La jornada laboral en el Estado, recortada en tres horas diarias para ahorrar energía, también es afectada debido a que el racionamiento eléctrico se realiza sin un orden como se había previsto.

   El ministro del Trabajo Virgilio Gurdián recordó que entre las medidas que se habían establecido era que “el Estado trabajara por la mañana y así concentrar mayor cantidad de energía por la tarde”.

   Empero “tenemos conocimiento de instituciones que no han podido laborar porque en la mañana se va la luz, pero son excepciones, a pesar de eso, el horario estatal continuará de siete de la mañana a tres de la tarde”, indicó Gurdián.

   El racionamiento de energía que en algunos sectores es de hasta 12 horas diarias comenzaba a generar pérdidas económicas en la pequeña industria.

   La asociación de panificadores denunció pérdidas importantes debido a que los hornos funcionan con electricidad y al momento de la interrupción tienen el pan en proceso de horneado y la masa se daña por lo prolongado del corte.

   En tanto la asociación nicaragüense de productores de leche, estima una pérdida total del 40% del producto debido a que los cortes no son programados.

   “Los daños son terribles” tanto en pérdidas de producto por falta de refrigeración, como por el pago de horas extras al personal que debe trabajar al restablecerse el servicio al final de la tarde, dijo el presidente de Lácteos Santa Martha, de Jinotega (norte) Ulises González.

   En tanto, Alfredo Vélez, directivo de la Asociación Nacional de Productores Avícolas, estimó que las pérdidas rondan de entre 8 a 10 por ciento en producción y productividad.

   Vélez manifestó que cambiaron la jornada laboral para completar la producción, sumando un aumento de horas extras a pagar en la planilla de los trabajadores.

   Los hospitales y centros de Salud, también estaban trabajando a media capacidad, principalmente en la capital donde la mayoría de los nosocomios son de referencia nacional.

   El Ministerio de Salud (MINSA) reportó daños en sus equipos por los cortes inesperados de energía, por unos ocho millones de córdobas (453.257 dólares) y temen el surgimiento de epidemias debido a la falta de agua en distintas zonas de la capital.

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