JERUSALEN (AP).- Manifestantes antiestadounidenses asediaron a Laura Bush el domingo durante su visita a lugares sagrados de Jerusalén, y agentes de seguridad tuvieron que formar una cadena humana para proteger a la primera dama norteamericana de la multitud.
Refiriéndose al prolongado conflicto de Medio Oriente, Laura Bush instó a israelíes y palestinos a comprometerse a trabajar para lograr la paz, y expresó que los estadounidenses «harán todo lo que puedan en este proceso».
Las protestas realizadas en el Muro de los Lamentos y la Mezquita de Omar demostraron «lo sensible que es este lugar, en momentos en que visitamos cada uno de estos sitios tan, tan venerados», expresó posteriormente Laura Bush en la población cisjordana de Jericó, mientras permanecía parada frente a las ruinas del Palacio Hisham, del siglo VIII.
«Nos recuerda nuevamente lo que cada uno de nosotros queremos … Lo que todos queremos es paz y la posibilidad de que tengamos ahora paz, de tener un estado palestino que viva con un estado de Israel seguro, ambos viviendo en democracia, está más cerca de lo que ha estado por mucho tiempo», declaró en una casa antigua de líderes espirituales islámicos.
La esposa del presidente George W. Bush, que realiza el viaje en busca de distender el sentimiento opuesto a su país en la región, colocó una nota en el Muro de los Lamentos, el sitio más sagrado del judaísmo.
Escribió la nota en el vuelo del domingo desde Jordania a Israel, pero quiso mantener en privado su contenido, dijo una portavoz.
Decenas de manifestantes permanecieron en los alrededores, gritando «Liberen a Pollard ahora», en referencia a Jonathan Pollard, un judío estadounidense que cumple con una condena a prisión perpetua en una cárcel de Estados Unidos por haber espiado para Israel.
La primera dama fue asediada por los manifestantes y periodistas locales, y los agentes del servicio secreto y la policía israelí debieron contener a la multitud mientras ella se acercaba a la muralla.
Luego se dirigió a la Mezquita de Omar, un templo ubicado en la cima de un monte conocido por los musulmanes como Haram as-Sharif y por los judíos como Monte del Templo. Al abandonar el santuario, los musulmanes le gritaban: «¨Cómo se atreve a venir aquí? ¨Por qué fastidia a nuestros musulmanes?».
En Jericó, que está bajo control palestino, se reforzó la seguridad y no se vieron manifestantes cuando Laura Bush visitó las ruinas y se reunió en un hotel con líderes palestinas.
Refiriéndose al proceso de paz, declaró que Estados Unidos hará todo lo que pueda, pero aclaró que ambas partes compartían la responsabilidad para ayudar a alcanzar la paz.
«Llevará muchos pasos pequeñitos y estoy segura que habrá retrocesos en ese camino, pero quiero asegurar a la gente con la que me reuní antes, las mujeres con las que recién estuve, que Estados Unidos hará lo que pueda en este proceso», sostuvo.
«También requiere del trabajo de la gente de aquí, de los palestinos e israelíes, para negociar en la mesa, obviamente, como veremos», indicó.
La primera dama dialogó también con Gila Katsav, esposa del presidente israelí, y con otras mujeres líderes de Israel.
El sentimiento antiestadounidense ha crecido en Medio Oriente por una serie de factores, entre ellos un reciente informe de la revista Newsweek _que luego se retractó_ de que soldados norteamericanos profanaron el Corán.
«En principio nosotros no rechazamos la visita de nadie a (el complejo de) la Mezquita de El Aksa, pero vemos en la visita de la señora Bush un intento de lavar la cara de Estados Unidos después de los crímenes que los interrogadores estadounidenses cometieron cuando profanaron el Corán», expresó el grupo de milicianos islámicos Hamas en un comunicado difundido en su página de la internet.
Adnan Husseini, director del Fondo Islámico que administra el complejo de la mezquita manifestó que Laura Bush intentó restar importancia a las protestas musulmanas diciendo que podrían haber sucedido en cualquier lugar.
La primera dama llegó a Israel desde Jordania, donde participó en una conferencia del Foro Económico Mundial el sábado.