MADRID. AP. Miles de españoles protestaron ayer por la presencia de una planta que almacena gas bajo tierra, ya que temen que esté provocando sismos leves en la zona.

De acuerdo con cálculos iniciales de la policía, 3,000 personas se manifestaron en el malecón del pueblo costero de Les Cases d’Alcanar, unos 500 kilómetros al este de Madrid, pidiendo que la planta sea cerrada o desmantelada. Sin embargo, los manifestantes dijeron que 6,000 participaron en la protesta y cantaron “no queremos la planta, vivimos de la pesca y el turismo”.

El Instituto Geográfico Nacional de España dijo que ha registrado un marcado aumento en los temblores —139 en 10 días— desde que se empezó a enviar gas a la planta. Algunos temblores han superado los 4 grados de magnitud.

Las primeras alarmas se activaron el 13 de septiembre, luego de que se detectaron 300 temblores. “Después de varias semanas de inyección de gas, en un determinado momento empezó a haber microseísmos”, dijo Recaredo del Potro, presidente de Escal-U.G.S., compañía a cargo del proyecto. Los envíos de gas se suspendieron el 16 de septiembre, dijo Del Potro en entrevista, y el gobierno prohibió que se hicieran más.