Taipei. EFE.  Taiwán vivió esta madrugada las protestas más violentas de su historia reciente por la visita del negociador chino Chen Yunlin y en defensa de la soberanía isleña ante China.

La policía, que acordonó la zona del Grand Hotel donde reside el emisario chino que finalizó ayer su visita, se enfrentó a cientos de manifestantes independentistas, que lanzaban objetos contundentes y cócteles Molotov.

Después de repetidas advertencias para que se dispersara la manifestación, no autorizada, los agentes de seguridad de Taipei realizaron decenas de detenciones, pero sin lograr apaciguar los disturbios.

Al menos 80 policías y manifestantes resultaron heridos, según las últimas cifras oficiales, entre ellos agentes con quemaduras causadas por los cócteles Molotov y casi una decena de periodistas.

El negociador chino, antes de partir de la isla, hizo una inclinación de cabeza en honor de la policía isleña y les dedicó un emotivo homenaje diciendo “no tenía palabras para agradecer sus penosa labor” para protegerlo. “Soy consciente de que habrá dificultades en el camino pero las enfrentaremos con responsabilidad”, dijo Chen Yunlin, en la ceremonia oficial de despedida,celebrada en el Grand Hotel.

La presidenta del opositor, Tsai Ing-wen,  no se responsabilizó de los actos de violencia.