WASHINGTON,  (AFP) – Un centenar de manifestantes, encabezados por un niño de ocho años, Saúl Arellano, hijo de la deportada mexicana Elvira Arellano, causaron revuelo ayer en el Congreso, al pedir el cese de las expulsiones, con un saldo de dos personas detenidas, comprobó un periodista de la AFP.

 Tras una conferencia de prensa en uno de los edificios del Congreso, los manifestantes desfilaron ruidosamente por túneles, escaleras y pasillos para llegar a la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y entregarle una carta para pedirle la reunificación de familias separadas por deportaciones.

 El encargado de entregar la carta a los servicios de Pelosi fue Saúl Arellano, el hijo estadounidense de la mexicana Elvira Arellano, una de las figuras emblemáticas de la lucha de los indocumentados por la regularización, arrestada el pasado 19 de agosto en California e inmediatamente deportada.