Protestas en Brasil

Protestas en Brasil

El gobierno dominicano debe prestar especial atención a los acontecimientos sociales que tienen como escenario el vasto territorio brasileño. Conocemos de la gran admiración de nuestro jefe de Estado por el modelo político vigente en la hermana República Federativa del Brasil. Durante la tercera semana de junio  2013 hemos visto reportajes de ciudades  como Sao Paulo, Río de Janeiro, Salvador de Bahía, Brasilia y otras, en donde se suceden demostraciones callejeras de jóvenes de clase media que han concitado el apoyo de centenares de miles de ciudadanos hasta alcanzar el millón de personas. El detonante de la rebeldía ha sido el anuncio de un aumento en el precio de los pasajes urbanos.

Las manifestaciones obligaron a la actual presidenta Dilma Rousseff a cancelar un viaje oficial a Japón, en tanto que el vicepresidente Michel Temer se vio forzado a interrumpir su visita  a Israel. La convocatoria juvenil la inició el Movimiento Pase Libre a través de las redes sociales, logrando una expansión que sorprendió a autoridades y analistas. Los protestantes rechazaron el incremento en la tarifa del pasaje, a lo que agregaron su inconformidad con las enormes erogaciones en obras para la Copa de Confederaciones y el Mundial de fútbol. Reclaman además una mayor asignación presupuestaria para los renglones salud y educación. Censuran la corrupción y demandan una mayor seguridad ciudadana.  Se quejan de la creciente corriente inflacionaria que anula los últimos aumentos salariales, reduciendo el poder adquisitivo de las familias. Dichos estallidos acompañados de desórdenes callejeros ocurren en el momento en que la ejecutiva de la nación cuenta con el mayor porcentaje de aceptación para reelegirse en el próximo torneo electoral a celebrarse el 5 de octubre de 2014. De ahí el temor oficial de que la derecha capitalice el descontento popular y logre arrebatarle el poder a la coalición que encabeza el Partido de los Trabajadores. La actual gobernante convocó de emergencia a sus ministros con el fin de analizar la delicada situación política. El viernes 21 de junio en la noche la mandataria anunció que se reuniría con los líderes de las protestas, los gobernadores y los alcaldes, a fin de transparentar las ejecutorias gubernamentales y reducir los actos dolosos. Se comprometió a crear un plan nacional para el transporte público en las ciudades, así como a utilizar los fondos provenientes del petróleo para reforzar la educación y los servicios de salud. Fue enfática al decir que escucharía primero la voz del pueblo antes que a los grupos de poder económico. Convino en que las manifestaciones pacíficas son parte de una fuerte democracia, mientras reiteraba que los actos de violencia no serían tolerados. Garantizó el mantenimiento del orden.

El fortalecimiento de la unidad de los grupos progresistas del Brasil, aunado a una profundización de las ejecutorias a favor de las clases populares con mejores y más amplios servicios sanitarios, educación, seguridad, alimentación, transporte y empleo, constituyen la mejor manera de garantizar la permanencia en el poder más allá del 2014. Sin una buena gestión de gobierno que beneficie al pueblo, el Partido de los Trabajadores del Brasil no preservará el poder, como tampoco lo preservaría el Partido de la Liberación Dominicana en nuestro país más allá del 2016.

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