El disgusto de los santiagueros por el proyecto de reforma fiscal, los apagones y la falta de agua potable, se puso de manifiesto en tres barrios de este municipio con jornadas de protestas. Los manifestantes denunciaron que llevan más de diez días sin agua, al tiempo que alegan que el servicio eléctrico también es un desastre.
Los residentes en los sectores del ensanche Bermúdez, Los Ciruelitos, El Ejido, y en el ensanche Román, próximo a la construcción del Monorriel, de esta ciudad, se lanzaron a las calles a protestar, incendiando neumáticos y lanzando escombros.
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Los protagonistas de los disturbios ocurridos la noche del jueves, afirmaron que están siendo castigados con una ola de apagones, déficit en el suministro de agua potable, al tiempo que expresaron su repudio al proyecto de la Ley de Modernización Fiscal, el cual aseguran que será un golpe mortal para los bolsillos de la clase media y baja del país.
Los moradores de estas comunidades argumentaron que ya no soportan más fallas del servicio eléctrico y de agua.
Asimismo, dijeron que además de sufrir la crisis en servicios esenciales, también sienten preocupación por las medidas fiscales que impulsa el Gobierno en el Congreso Nacional.