LIMA. AP. Tras haber apaciguado a los nativos amazónicos, el gobierno enfrenta ahora una huelga y protesta de campesinos del sureste peruano, que ha obligado al jefe del gabinete a adelantar su viaje a esas provincias para evitar un agravamiento de la situación.
Los campesinos de las ciudades de Andahuaylas, en la región Apurímac, y Sicuani en la región del Cusco, iniciaron paros y movilizaciones el pasado 11 de junio para reclamar al gobierno atención a sus demandas locales. El domingo, grupos de manifestantes incendiaron un local de Aduanas en la lejana provincia cusqueña de Canchis, de la cual Sicuani es capital. Debido a la tensa situación en ambas provincias, el jefe del gabinete Yehude Simon decidió adelantar su viaje a Sicuani, el que tenía previsto realizar recién el jueves. Vamos a acelerar nuestros viajes, dijo Simon, al precisar que viajará hoy temprano.