GABRIEL R. ROEDÁN HERNÁNDEZ
Sí, un reto a los cuatro pueblos de la provincia envueltos en los recientes Juegos Nacionales: Monte Plata, Bayaguana, Yamasá y Sabana Grande de Boyá.
Las decenas de miles de visitantes que recibimos durante los Juegos quedaron impresionados con las gentes de nuestros pueblos, por su simpatía, cordialidad, hospitalidad, camaradería y organización, y disfrutaron descubriendo nuestros tradiciones pueblerinas… por tradición, ¡así es la gente de la provincia!
Con una fabulosa inversión de RD$1,628 millones, el Gobierno dotó a estos pueblos con centros deportivos que ya desearían tener miles de pueblos de nuestro país.
Después de los exitosos juegos, estas obras quedan en nuestras manos. Ayudemos al Presidente Fernández a hacer realidad su promesa de convertirnos en una provincia Modelo del Desarrollo. ¡Hagamos todo lo posible para no defraudarle, y que se sienta orgulloso de nosotros y de nuestros agradecimiento imperecedero, por haberle dado a nuestros pueblos el más valioso regalo en sus 400 años de historia.
Compueblanos: En la prensa escrita y hablada ya varios funcionarios, periodistas, articulistas y reporteros, han expresado el temor de que nuestras instalaciones corran la misma suerte de tantas otras del pasado, poniendo como ejemplo el desastre de La Barranquita en Santiago.
¡Las sindicaturas y la juventud deportista de nuestros pueblos no lo permitirán!
¡Les demostraremos al país, con orgullo, que somos diferentes! ¡vamos a mantener esas obras relucientes y bien cuidadas para beneficio de nuestra juventud!… Deportistas de nuestros pueblos: ¡a formar clubes de defensa de estas obras, que son tuyas! ¡Ofrezcamos nuestras manos, nuestras ideas para mantenerlas limpias y organizadas! Dedicar una tarde de cada semana para pintar, limpiar, reparar, sembrar árboles y arbustos, y así ayudar desinteresadamente a las sindicaturas municipales de una de las provincias más pobres del país.. Y en el futuro tendremos el orgullo de haber contribuido con nuestro ejemplo al disfrute de este legado, y pasarlo a nuestros hijos como parte de nuestra herencia…
Juventud deportiva: con gran entusiasmo, ¡aceptemos el reto!