SAN FRANSICO DE MACORÍS. DUARTE. El arzobispo metropolitano de Santiago planteó aquí que si no hay un cambio ético en los administradores de las riquezas comunes, no se resolverán los problemas económicos y sociales de las grandes mayorías.

Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio entiende que el problema de la pobreza  no podrá solucionarse, si no afloran razones éticas y humanitarias, registrando un cambio ético en los administradores de las riquezas.

Los planteamientos del arzobispo de Santiago fueron expuestos en una  conferencia magistral sobre “Ética en la Sociedad Actual”, que dictó con los auspicios de de la Universidad Católica Nordestana (UCNE).

El prelado señaló que cuando se dice que mientras haya corrupción no se revolverá el problema de la pobreza, “se está afirmando que la solución de la pobreza imperante en el  mundo no es sólo solución social, económica o política, sino en último término una solución ética”.

De la Rosa y Carpio fundamentó su conferencia en su libro “Los Fundamentos de la Ética y la Moral, la Ciencia del bien y del mal”, entiende que los que padecen la pobreza no tienen profundas transformaciones morales en sus vidas, aunque mejoren su economía, no mejorará su calidad de vida, pues seguirán sumidos en la pobreza.

Estimó que la crisis financiera mundial del 2008 no era en realidad económica, sino ética, en la que un grupo  se robó el dinero del mundo. Indicó que,  como dijo el Papa Benedicto XVI, el problema del hambre no es económico, sino más bien   ético”.

Renovación moral

De la Rosa y Carpio indicó que  para algunos parecería una afirmación exagerada, cuando plantea que “en el mundo debe haber cambios, y que la renovación del mundo de hoy es una renovación moral, y en el último término es una renovación religiosa”. Dijo que todo ejercicio profesional o personal que quiera ser ético ha de tener en cuenta los seis mandamientos o principios básicos.