POR DIOGENES TEJADA
AEROPUERTO LAS AMERICAS.- Miembros del Equipo Swatt de la Fuerza Aérea Dominicana y técnicos en explosivos acompañados de perros entrenados revisaron durante dos horas un avión de Iberia que volaría a Madrid y en el que, según una llamada anónima, habría sido colocada una bomba.

Los investigadores comprobaron que se trató de una falsa alarma y que el autor de la llamada habría sido un comerciante que tiene una litis con un socio que se proponía abandonar el país en el avión sometido a registro. El autor de la llamada, su socio y una secretaria del primero están bajo arresto.

Los pasajeros del Boeing 747 que cubría el vuelo 6520 de Iberia fueron evacuados rapidamente por miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESA) y trasladados a uno de los salones de espera del segundo nivel de esta terminal.

El avión fue movido a un lugar solitario de la pista, lejos de las edificaciones y demás aparatos, para ser sometido a un minucioso registro que duró dos horas. El aparato, que debió despegar a las 5:40 minutos inició su viaje cerca de las 8:00. Algunos pasajeros, atemorizados, decidieron cancelar sus reservaciones y posponer viaje.

El jefe del CESA, Santo Domingo Guerrero Clase, quien dirigió las operaciones, dijo que todo fue una falsa alarma y que la llamada fue hecha por el comerciante Francisco de Jesús Santos, propietario de la tienda de electrodomésticos Neocentury, ubicada en Gascue, Distrito Nacional.

Agregó que el comerciante provocó la alarma para impedir que saliera del país José María Muñoz, quien se encuentra detenido junto al autor de la llamada, de Jesús Santos, y la secretaria de éste, Tania Genao, quien indagó por teléfono en las oficinas de Iberia si Muñoz había reservado para ese vuelo.

De Jesús Santos declaró, según explicó el jefe del CESA, que Muñoz le adeuda una gruesa suma de dinero y que pretendería huir a España.