Próximas elecciones y lecciones de las pasadas

Próximas elecciones y lecciones de las pasadas

César Pérez

Siempre he tenido la percepción de que, una vez pasada Semana Santa, el año comienza un vertiginoso ritmo hacia su final. Pura percepción, pero pasado el invierno parecería que el tiempo de los años pasa más rápido, como la rueda de la fortuna, nuestro país político inicia las fechas fatales del calendario electoral del año próximo y ha de esperarse que las fuerzas políticas que competirán por ser mayoría o por alcanzar cuotas de poder significativas, reflexionen sobre la particularidad de la presente coyuntura electoral y extraer lecciones sobre las pasadas.

En efecto, los elegidos las pasadas elecciones han ejercido sus funciones dentro de los límites impuestos por la pandemia. Algunos sortearon esta variable con resultados globalmente positivos, pero también tuvieron limitaciones y yerros no atribuibles a la pandemia y sí a lastres ancestrales de nuestra cultura política que, si no las enfrentan correctamente en el proceso electoral ya en curso, serán irremediablemente corrosivas para quienes sean confirmados en sus puestos, como a quienes asuman nuevos mandatos.

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Es ostensible el desencuentro que por momento se ha visto entre la casi totalidad de los legisladores con el Ejecutivo y más que con este, con sus electores. Ellos han inobservado promesas de campaña del partido oficialista y del Ejecutivo en temas cruciales como las tres causales que legalizan una interrupción de un embarazo, y los cofrecitos y demás privilegios de los legisladores que le garantizan una inicua ventaja frente a nuevos aspirantes a las cámaras. No puede hacerse buen Gobierno con legisladores hostiles/malos y presentarlos como candidatos por su capacidad de financiar sus campañas. No por su solvencia.

Es ética y políticamente un deber evitar los repetidos casos de legisladores elegidos con dinero del narcotráfico y del opio de las bancas de apuestas. Finalmente, hasta cuándo, los llamados partidos mayoritarios seguirán la mala práctica de hacer campañas proselitistas sobre la base de oferta de empleos en tren gubernamental ¿Cuál o cuáles serán las medidas para evitar un lastre que limita la inversión social productiva y que paga el ciudadano común?

Una rémora que hace de todos los inicios de gobierno un momento de estrés e incertidumbre de miles de personas que tienen en vilo su única fuente de ingreso. ¿Se evitará que el próximo inicio del gobierno la desaforada demanda de empleo? La oposición mayoritaria, difícilmente pueda escapar del pantano que se encuentra.

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