El licenciado Fernando Álvarez Bogaert, ex secretario de Finanzas, advirtió ayer que los 91 días que faltan para las elecciones presidenciales serán cruciales para el país porque para mantener el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) habrá que resolver el problema fiscal que surgiría al perimir el 30 de junio los impuestos creados especialmente con ese objetivo.

En un discurso anoche por Teleantillas, retransmitida por una cadena de radio, Álvarez Bogaert consideró que se debe plantear claramente a la población decisiones o arreglos que se hayan establecido en adición al acuerdo con el FMI para enfrentar los problemas económicos.

Dijo que la población deben saber que los impuestos que le sirven de sustentación al acuerdo de dos años que hizo el gobierno con el FMI, terminan en junio 30 de este año y que deberán ser sustituidos por una reforma tributaria.

«Deben saber los alcances de esa reforma tributaria y cómo les afectaría a ustedes y si los candidatos están de acuerdo con esta nueva reforma, cómo la van a pasar por el Congreso y si no están de acuerdo cómo van a compensar los ingresos perdidos este año, como consecuencia de la caída de los mismos el junio 30 del presente año», expresó.

También pidió definir “cómo se va a enfrentar la crisis energética que tanto ha afectado nuestra competitividad y también la tranquilidad de ustedes”.

Álvarez Bogaert advirtió que es una fantasía peligrosa creer que problemas de esta magnitud se van a resolver solos o con un mero cambio de equipo gubernamental.

“Esto constituye una falsa apreciación. Esto es lo que los sicólogos llaman un ‘estado de negación’ que hará más difícil, más extremadamente riesgosa la tarea de aquellos que ganen las próximas elecciones, así como de ustedes mismo», expresó.

Consideró que «sólo un país informado y movilizado con un claro sentido de misión y de nación podrá enfrentar con éxito estos desafíos y, aún más, en estos tiempos donde lo que maduraba (económica, social y políticamente) antes en 2 y 3 años, ahora se transforma en 3 ó 4 meses, y a veces, en 3 ó 4 semanas».

Agregó que «sólo una nación movilizada y apoderada sería capaz de tener la flexibilidad y la capacidad de adaptación para estar en un estado permanente de alerta, para responder (junto a su clase dirigencial) casi instantáneamente y de manera permanente a estos cambios disruptivos que nos vienen desde afuera y desde adentro». «Estos eventos tienen una dinámica propia que no permitirían a nadie resolver sus problemas (como hasta ahora ha ocurrido), solamente estando bien con el Presidente de turno y con el mandatario a ser elegido en los comicios próximos», explicó.

No obstante, consideró que la República Dominicana puede enfrentar con éxito la crisis ya que cuenta «con un pueblo excepcional que sólo tenemos que informarle, movilizarle y apoderarle».

«Nuestra Nación ha dado sobrados ejemplos de sacrificios, lo que le da la posibilidad de enfrentar con éxitos los escollos que hoy vive», expresó.

Dijo que el acuerdo con el FMI ayudará a mantener la estabilidad por cierto tiempo. Sin embargo, afirmó que para lograr esa estabilidad a mediano y largo plazo «tenemos que desaparecer el principal problema económico, originado por los miles de millones de pesos en certificados que tiene el Banco Central (fruto de la quiebra de los bancos), los cuales son una fuente permanente de creación de inorgánicos, de aumento en la emisión e inestabilidad en la tasa de cambio».

Consideró que la salida más factible a esa situación, sería un acuerdo con el Tesoro de Estados Unidos, luego de disciplinar nuestra economía (como ocurrió hace 8 años en México y cerca de 3 años en Uruguay y en otros países).

Dijo que México recibió un préstamo de US$26,000 millones y Uruguay US$1,500 millones y los pagaron en la mitad del tiempo que se había previsto.

«Este acuerdo con el Tesoro americano nos permitiría obtener un préstamo de US$800 millones o US$1,000 millones a 10 años con 3 de gracia: a) eliminando de este modo la fábrica creadora de inorgánicos, b) reduciendo la tasa de cambio, c) mejorando nuestro sector productivo y d) a la vez restablecer lo más posible el bienestar perdido de ustedes», explicó.

Álvarez Bogaert también sugirió lo que ha hecho la China Continental al crear «zonas de excepción» y «salarios diferenciados» que vincula el salario al costo de la vida de las diferentes regiones.

Favoreció que una comisión tripartita compuesta por el gobierno, el sector laboral y el sector empresarial supervise la ejecución de este plan para que no ocurran violaciones en lo que se busca obtener.

Dijo que de esta manera el país lograría tres propósitos convertirse en 10 años en una impresionante locomotora de crecimiento.

Por otro lado, Álvarez Bogaert afirmó que ninguna nación puede progresar con elecciones cada dos años.

«Prácticamente estamos en un proceso permanente de movilización política creando serios perjuicios a la economía nacional y, a la vez, distorsionando el proceso de decisión tanto del Presidente como del Congreso, haciendo inviable un proyecto de nación», estimó.

Planteó que esto se puede resolver «mediante un cambio en la Constitución de carácter transitorio para que las próximas elecciones de senadores, diputados, síndicos y regidores que duren por 2 años o seis años, de tal manera que solo haya una elección cada cuatro años».