Proyección Taipei-Pekín

Proyección Taipei-Pekín

El presidente de la República de China en Taiwán (ROC, siglas en inglés), proyecta fortalecer los nexos con la República Popular China (RPPCh) ampliando el factor económico, que resulta ser, como en los hogares, determinantes en la sostenibilidad tanto de uno como de otro.

Ma Yin-jeou estrecha esos nexos de altas finanzas con su colega “continental” Hu Jin-tao, quien de visita a Washington y al presidente Barack Obama, el 19 de enero último, prometió al gobernante del imperio abrir una rendija en el engorroso tema de los derechos humanos, tan visceral como la discriminación racial en USA del Ku  Klux Klan, Tea Party y John Bircht Society. ¿O no es así?

En los suburbios tanto de Nanking como de Shanghai, prosperan dos Sillicon Valley en réplicas con empresarios taiwaneses con inversiones sobre los US$90 mil mm y en el continente residen 800 mil taiwaneses en actividades al socaire de la libre empresa gracias a la fórmula mágica del desaparecido líder Deng Kiao-ping de “Una China, dos sistemas”, incumplida receta que ha malogrado el desempeño económico de Cuba y ha convertido a la RPPCh en la segunda economía planetaria. En esa vía es que el presidente Ma conduce a la ROC, conocedor profundo de la sentencia de Nicolás Maquiavelo de que el hombre lamenta más la pérdida de sus bienes que la pérdida de sus padres”.

Chen Shui-bian, presidente del Partido Progresivo Demócrata (DPP, siglas en inglés), en prisión  por sentencia de prevaricador, desde hace tiempo avienta la falsa concepción de que los taiwaneses, de reunificarse, como advendrá, perderían su status libérrimo situación, que no se produjo en Hong Kong ni en Macoa luego de la reunificación al “continente” por el Reino Unido y Portugal.

El presidente Ma persigue la reelección, indudable, en las elecciones de 2012 y las coordenadas financieras le permiten concebir ese proyecto político al frente del KMT (Kuomintang).

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