En la parte baja del río Ozama se levanta el Nuevo Domingo Savio, un sector que ha enfrentado décadas de marginación y condiciones de vida muy precarias.
Sin embargo, la visión y dedicación de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios & Entornos (URBE) convirtió a La Ciénaga y Los Guandules en un proyecto innovador para revitalizar la comunidad y devolverle su conexión con la ciudad.
El proyecto comenzó como una respuesta a la necesidad urgente de salvaguardar las vidas de las personas que habitaban en condiciones de hacinamiento y bajo riesgo de inundación.
La propuesta inicial del proyecto conceptual fue concebida, en principio, junto con el arquitecto y urbanista argentino Jorge Mario Jáuregui. A la sazón se establecieron las pautas para abordar los desafíos únicos de este sector, inspirándose en experiencias anteriores en las favelas de Brasil, donde las condiciones urbanas eran comparables.
Puede leer: Sanción de EE.UU. a Jean Alain fortalece caso Medusa, dice Participación Ciudadana
Un enfoque clave del proyecto es el urbanismo social que implica no solo la construcción de estructuras, sino también una profunda interacción con la comunidad, según la Arq. Vidal, escuchando sus necesidades y preocupaciones, y trabajando para satisfacerlas de manera integral.
La conexión con la ciudad, el transporte público, la dotación de infraestructuras y la creación de espacios deportivos y sociales fueron algunas de las prioridades identificadas y abordadas.
No solo se reubicó a los residentes de la parte inundable de La Ciénaga y Los Guandules, sino que también se involucró activamente en el proceso de transformación a los que permanecen en la zona.
Se fomentó la participación y la toma de decisiones, permitiendo que los residentes se convirtieran en parte fundamental de la reconstrucción de sus hogares. Este enfoque participativo ha llevado a una transformación sorprendente en la percepción y la realidad de la comunidad.
La arquitecta se asombra de ver la obra en su etapa final: “Yo no me lo imaginaba que iba a cambiar tan rápido porque el levantamiento de las personas fue en 2018, la construcción física fue en 2019 y el primer tramo de infraestructura en el 2021, y lo que implicó esa situación en pandemia”.
Elementos claves del proyecto, como el polideportivo, el parque lineal y las instalaciones deportivas marcan hitos importantes en el camino hacia la completa revitalización de los sectores de La Ciénaga y Los Guandules.
También es de suma importancia la avenida Paseo del Río, que permite el acceso a cualquier tipo de servicio del que antes prescindían: “Al final la vía es conexión, es transporte es desarrollo. Y abre el espacio para los servicios de emergencia, de transporte público y servicio de recogida de basura”.
Antes, salir de casa era una tarea desafiante. Las estrechas calles y la falta de espacio libre obligaban a las personas a caminar de lado, enfrentándose a un entorno que no solo carecía de comodidades, sino que también emanaba malos olores y condiciones de hacinamiento, recuerda la urbanista.
“El impacto en la rutina diaria de la comunidad es evidente al observar como, a las 5:00 de la tarde, las personas salen a caminar con sus tennis y ropa de ejercicio”, se regocija Vidal.
Un ejemplo palpable de este cambio se observa, “en las doñas que ahora encuentran en el yoga una fuente de bienestar”. Asimismo, es de gran regocijo para el equipo ver en marcha el torneo de dominó con envejecientes.
Está en construcción un destacamento de la Policía Nacional y un centro para adultos mayores, en colaboración con el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape). Estas adiciones no solo mejoran la seguridad, sino que también abordan las necesidades específicas de la población de la tercera edad.
El compromiso de URBE, observa, va más allá de la construcción; se trata de empoderar a una comunidad para que se desarrolle por sí misma. A medida que Domingo Savio se transforma, los residentes se sienten cada vez más parte de la ciudad, reconstruyendo no solo sus casas, sino también su identidad y su conexión con la sociedad.
José Miguel González Cuadra, director ejecutivo de URBE, y su equipo de profesionales están allanando el camino hacia un futuro más brillante para el Nuevo Domingo Savio, demostrando que la transformación urbana va más allá de la construcción de estructuras; se trata de construir vidas y comunidades fuertes.