El 3 de febrero de 2010 la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) y el Ayuntamiento del Distrito Nacional aseguraron que en dos años el Gran Santo Domingo tendría resuelto el problema del drenaje pluvial y sanitario.

Sin embargo, el pasado martes el director de la CAASD presentó casi el mismo proyecto que se mostró en esa ocasión, cuando se hicieron las mismas promesas de solución. La diferencia es que no hay  acuerdo con la Opret y el ADN.

En un acto efectuado en la sede del ADN, en la mañana del 3 de febrero de 2010, el cabildo se comprometió a asumir el control y manejo del Parque Ambiental Núñez de Cáceres junto con la CAASD, para el manejo de las aguas residuales, en tanto que la Opret asumiría la construcción de los túneles o galerías.

Por el ADN firmó el acuerdo el alcalde Roberto Salcedo, por la CAASD rubricó su firma Ramón Rivas, director de ese organismo en ese entonces, en tanto que el ingeniero Leonel Carrasco lo hizo por la OPRET.  En ese momento, al igual que ahora, la CAASD contaba con un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la adquisición de un “emisor submarino” que recogerá las aguas de cañadas como la de Guajimía y que luego de tratarla la lanzará  cinco kilómetros mar adentro por el litoral Sur.

El emisor submarino que costaría entre 80 y 100 millones de dólares, también tendrá la finalidad de sanear al río Haina y sería colocado en el litoral Sur, entre Manresa y los moteles de la Autopista 30 de Mayo. La CAASD informó que para ahora el BID tiene 600 millones de dólares para esos fines.