Proyecto ecoturístico El Cachote
Un trabajo comunitario a favor de la naturaleza

Proyecto ecoturístico El Cachote <BR><STRONG>Un trabajo comunitario a favor de la naturaleza</STRONG>

POR FÁTIMA ÁLVAREZ
A través de la preservación de los recursos de El Cachote, la SOEPA, junto a la Asociación de Agricultores Ébano Verde, integra un beneficio de tipo social que se refleja en la mejoría de la vida comunitaria, convirtiendo la cotidianidad en una microempresa que busca ser autosustentable y cuyo capital es la naturaleza.

Los beneficios que genera este proyecto resultan una alternativa viable contra la deforestación y el daño al ciclo biológico que podría degenerar en alteraciones del clima.

Manaclas, orquídeas, bromelias, helechos, cafetales y otras plantas y arbustos se confunden en el denso bosque que atraviesa Cachote convirtiendo sus senderos en un atractivo turístico incomparable, cuyo recorrido produce la sensación de estar en un santuario natural.

Posee la reserva natural más importante de ébano verde de la especie magnolia hamori y uno de los manaclares más extensos del país.  Sobre los ébanos se desarrollan plantas epífitas como la bromelia y la orquídea, que no son parásitas, ya que poseen su propio sistema.

El Proyecto

El Proyecto Ecoturístico de El Cachote trabaja con el apoyo del Programa de Pequeños Subsidios de la Organización de las Naciones Unidas, que coordina Alberto Sánchez.

Parte del financiamiento obtenido se ha invertido en la capacitación de los campesinos en ecoturismo y en la infraestructura en base a recursos renovables.

La elaboración de brochures explicativos, página web, afiches y promoción, de la que Helados Bon, en la persona de Jesús Moreno, han sido abanderados, es parte del trabajo de proyección que realiza la SOEPA.

El proyecto tiene capacidad para acoger decenas de personas en cabañas con camas individuales o tipo camarotes o en pleno prado y sólo protegido por el techo de las casas de campaña. El visitante puede disponer del estilo que más le atraiga.

Un amplio comedor rústico resulta el espacio ideal para degustar un aromático chocolate, un buen caldo o disfrutar de una mano de dominó.

Para los que así lo requieran, miembros de las comunidades circundantes ponen a disposición del visitante sus casas, a fin de que estos puedan disfrutar de un ambiente más hogareño y con algunas facilidades adicionales.

En breve plazo el proyecto contará con paneles interpretativos que permitan al turista conocer los elementos de la Reserva Martín García y en particular de Cachote, a través del apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente y de la cooperación internacional.

El compromiso de la SOEPA con las zonas más frágiles y vulnerables, los lleva a proteger las cuencas de los ríos y a sembrar dos árboles por cada talado que realicen.

Busca además construir otras infraestructuras renovables e instalar equipos, como paneles solares, letrinas reciclables y aljibes para las aguas de lluvia a fin de ofrecer mayores servicios a los turistas.

La capacitación de los comunitarios en temas medioambientales, ecoturísticos y de conocimiento de cada una de las especies que allí habitan es otro de los proyectos de SOEPA, a fin de garantizar la sostenibilidad del proyecto y la creación de conciencia entre sus propios miembros.

Debido a la diversidad de su flora y la existencia de bosques casi vírgenes, Cachote es un espacio ideal para estudios científicos sobre la biodiversidad de la zona.

La protección y cuidado de esta área protegida garantiza su supervivencia como patrimonio natural, asegurando la sostenibilidad ambiental, ecoturística y económica de sus habitantes.

Facilidades

La visitación a Cachote de un día con su noche tiene un precio de RD$1.200, e incluye alojamiento, transporte, desayuno, comida, cena, paseo guiado y pago de impuestos por uso de áreas protegidas.

Los interesados pueden comunicarse con Maltiano Moreta al 1-809-761-3444 y 1-809-899-4702. También pueden escribirle a mariano@yahoo.com y ecoturismocomunitariocachote@yahoo.com

Curiosidades

En Cachote la lluvia es una constante. La humedad es tan alta que apenas pueden observarse las copas de los árboles que lucen casi perennemente un vestido de nubes que se derrama varias veces al día, cual lágrimas sobre el suelo pedroso.

Una orquesta de aves canoras acoge al visitante durante el día cediendo en la noche el espacio a los grillos y otros especímenes, cuyos cantos simulan el sonido de centenares de sonajeros colgados sobre las cabezas de quienes allí llegan.

El Sendero de la Jibijoa es otro de los encantos de la zona. Pese a ser un tipo de hormiga conocida por un buen número de personas como “la hormiga coloraíta”, sorprende a muchos visitantes cuando descubren que, a diferencia de sus primas, no forma colonia en la tierra, ni cuenta con los mismos criterios laborales que ellas: la jibijoa hace su nido preferiblemente en un ébano, colgando graciosamente y evitando que el exceso de humedad que desprenden los árboles, penetre en su hogar.

La Sierra Martín García, a la que pertenece Cachote, ha sido escogida como una de las 21 zonas que representan los hábitats dominicanos más importantes para las aves, según el Programa de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (AICA).

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