Proyecto habitacional del INVI vierte aguas residuales en un barrio de Los Alcarrizos

Proyecto habitacional del INVI vierte aguas residuales en  un barrio de Los Alcarrizos

Decenas de viviendas del barrio Nueva Esperanza en Los Alcarrizos, reciben las aguas residuales de un proyecto habitacional construido por el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) por lo que niños y adultos padecen enfermedades infecciosas.
El brote de las aguas negras es fruto de una planta de tratamiento que construyeron las autoridades y que no terminaron, tanto en la segunda gestión del entonces presidente Leonel Fernández, como de la primera del presidente Danilo Media.
Yahaira Pérez, de la junta de vecinos del lugar, definió como calamitoso el estado en que se desenvuelven junto a las aguas cloacales dentro de las casa y el patio.
Explica que el estado de insalubridad en que habitan es para que los ministerios de Salud Pública y de Medio Ambiente declaran el barrio en estado de emergencia, por la cantidad de ancianos y niños afectados por diferentes males.
Mostró la planta de tratamiento que construyó el INVI para el proyecto habitacional Hato Nuevo, la que dejó inconclusa y con las tuberías lanzando las aguas residuales directamente sobre las vivienda de Nueva Esperanza, lo que considera inhumano y que amerita sanciones para los responsables.
Explica que para sobrevivir al hedor e insalubridad los moradores del lugar tienen que echar agua limpias de manera constante en sus hogares y en ocasiones comprar arena y tirarlas en los patios como muro de contención.
Miguel Terrero, presidente de la Fundación para el Mejoramiento de los Envejecientes Dominicanos, y miembro de la junta de vecinos de Nueva Esperanza, sostuvo que la planta de tratamiento nunca ha funcionado y a pesar de los esfuerzos de la comunidad las autoridades no resuelven problema.
Dice que el año pasado unos ingenieros del INVI fueron al lugar y en vez de solucionar la situación lo empeoraron, ya que conectaron unas tuberías desde los sépticos hacia el barrio Nueva Esperanza.
“Ahora tenemos más de cien familias afectadas, con problemas de la piel de diferentes magnitud como mancha, raquiña y bacterias”, denunció el dirigente comunitario.
Informó que hace dos meses acudieron al departamento de Ingeniería del INVI donde quedaron de enviar un equipo que todavía esperan, mientras la contaminación se agrava.
Acciones. Advierte que si en los próximos días el INVI no responde desarrollarán acciones contundentes para que se les escuche, tras considerar que son humanos como todos los demás con derechos a salud, educación y ambiente sano.
Entre las acciones que tomaría adelantó acudirán en masa a las instalaciones del INVI, ya que fue ese organismo que construyó los apartamentos y no concluyó la planta de tratamiento.
Una de las personas afectadas con problemas de manchas en la piel es la niña Epifania Valdez, de 11 años, quien no soporta la picazón, es hija de Epifanio Encarnación y de Margarita Valdez.
Isabel Valerio, tiene una bacteria en las piernas que la mantiene en silla de rueda, desde hace más de dos años.
A pesar de estar en silla de rueda con sus piernas sumamente alterada, ni Salud Pública ni Medio Ambiente han ido a la zona a ver que sucede y tomar las acciones correspondientes.
En otro hogar están los hermanos Reivin y Santo Taveras Sánchez, de 5 y 11 años, quienes hace una semana estuvieron internos en el hospital Vinicio Calventi afectado por el zika y afecciones en la piel.

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