Proyecto para reducir las muertes
por traumas vehiculares

Proyecto para reducir las muertes<br/>por traumas vehiculares

JOSÉ A. PEGUERO CALZADA
Con un amplio respaldo médico internacional, se inició en nuestro país un proyecto a nivel nacional con la finalidad de reducir las muertes a consecuencia de los traumatismos ocasionados por accidentes de tránsito. La República Dominicana, según un panel reunido en París, Francia, se ha constituido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para conducir un automóvil, superando con mucho a las naciones africanas, muchas de ellas con un nivel socio-cultural muy por debajo de la nuestra.

Las estadísticas de muertes por accidente de tránsito son horripilantes, el manejo temerario (exceso de velocidad, tránsito en vía contraria, poco respeto a los semáforos, etc.), la ingesta de alcohol antes y durante la conducción de un vehículo, rebases inapropiados, el no uso del casco protector por los motociclistas, el transporte de más de una persona en los motores, y de parte de los peatones, por el cruce temerario en las autopistas y vías de alta velocidad, sub-utilizando los pasos peatonales, constituyen una parte importante de las causas de muertes, unidos todo esto a un sistema sanitario pre-hospitalario ineficiente.

Según al Oficina Nacional de Estadísticas, entre al año 2001 y el 2005 perdieron la vida 7,140 personas en calles, avenidas y autopistas, y estos números van en un constante aumento, ya que un artículo publicado en junio de este año en este periódico, registra un promedio de 4,300 muertes al año, con daños para el Estado valorados en más de mil millones de pesos.

A tales fines, visitó recientemente el país una comisión compuesta por los doctores Víctor Coronado, del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, Alan Ross y Robert Bristow, del Departamento de Medicina de Emergencia de las Universidades de Columbia y Cornell de Nueva York; Ricardo Brau y Clemente Díaz, de los Departamentos de Neurocirugía y Unidad de Cuidados Intensivos del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico; Rafael García de Medicina de Emergencia de la misma universidad; y Pablo Rodríguez, director del Centro de Trauma de Puerto Rico. El equipo de trabajo lo completan los doctores José A. Peguero Calzada, profesor y jefe del Departamento de Neurocirugía del Hospital Regional Universitario Cabral y Báez de Santiago, quien es el coordinador general del proyecto, y el doctor Héctor Quezada, director del Hospital Darío Contreras de Santo Domingo.

Este proyecto fue implementado en Argentina, empezando en el año 2003, con muy buenos resultados. En nuestro país, se está implementando una política definida para enfrentar de una vez por todas este flagelo, del cual ninguna familia tiene verdadera consciencia hasta que la tragedia toca sus propias puertas. Para que este proyecto sea exitoso, no basta con el trabajo de los médicos envueltos; es necesario involucrar a toda la población, por lo cual serán integrados al proyecto los medios de comunicación radial, escritos y televisados, la Secretaría de Salud Pública, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las distintas asociaciones industriales y empresariales del país, las distintas Iglesias, los Clubes de Servicio, el Cuerpo de Bomberos, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Obras Públicas, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), en fin, toda persona e institución que pueda aportar un grano de arena, ya que ésta es una tarea formidable con la cual todo el mundo tiene su deber de aportar.

Dicho proyecto, que ya cuenta con el formulario apropiado para crear la base de datos, va a ser implementado al principio y simultáneamente en los Hospitales Darío Contreras de Santo Domingo, Traumatológico y Quirúrgico Profesor Juan Bosch de La Vega, y el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez de Santiago. Las universidades Autónoma de Santo Domingo, Tecnológica de Santiago y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, que avalan estos tres hospitales, formarán parte integral del proyecto. Más adelante serán involucrados otros hospitales regionales, tales como el Antonio Musa de San Pedro de Macorís, el Hospital Pina de San Cristóbal, el Hospital San Vicente de Paúl de San Francisco de Macorís, etc. Un aspecto importante es que ya empezó a implementarse en el país la presencia de ambulancias en las principales autopistas, con un personal paramédico incluido para ofrecer los primeros auxilios a las víctimas de accidentes, con facilidades para transportar a los pacientes a los hospitales especializados correspondientes, y unidades motorizadas para evitar la acción de los vándalos que azotan nuestras carreteras.

Concomitantemente, se han materializado acuerdos para ofrecer periódicamente cursos de Traumatología y Medicina de Emergencia, impartidos por profesores de Estados Unidos y Puerto Rico (el primero está pautado para el mes de abril del próximo año), y para el entrenamiento de nuestras enfermeras en traumas, medicina de emergencia y unidad de cuidados intensivos.

Es importante señalar que este es un proyecto de nación, apartidista, cuyo único objetivo es la de preservar vidas.

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