Boca de Cachón, Jimaní. Los proyectos agrícolas y pecuarios de la región Enriquillo, en los que el presidente Danilo Medina ha puesto gran interés para sacar de la pobreza a sus habitantes, están prácticamente abandonados y la mayoría de los agricultores y ganaderos están en la miseria.

Están llenos de malezas los terrenos en donde se van a instalar, con riego de última generación, los proyectos agrícolas Cerro Colorado, Las Tres Luces, Tierra de Guzmán, Clavellina y Espartillar. Los reservorios ya están construidos, pero la empresa que instala la tubería matriz que lleva el agua a los proyectos no está trabajando.

Allí se informó que esa empresa suspendió las labores la semana pasada para irse de vacaciones y retornar en enero.

Además, agricultores residentes aquí explicaron que las compañías que instalan los sistemas de riego en las parcelas se retiraron debido a que hace unos dos meses que no reciben los pagos de las cubicaciones entregadas.

Dijeron que cayó en el vacío la promesa de que en poco tiempo recibirían sus tierras con riego, así como un proyecto de crianza de tilapias en jaulas en el lago Enriquillo, y que se les darían facilidades de financiamiento para criar chivos, ovejas y vacas que les permitieran generar suficientes ingresos para vivir mejor con sus familias, pero, luego de ocho meses, nada de eso les ha llegado.

“Pensábamos que para esta época estaríamos produciendo comida en nuestras parcelas, pero no ha sido así y parece que al presidente Medina lo han engañado, porque dio muestras de interés por nuestras comunidades las veces que nos visitó”, expresaron agricultores desesperados por la crisis económica que los afecta debido a que no producen nada.

Sin embargo, dicen que no pierden la esperanza, porque en algún momento el mandatario va a volver a las comunidades afectadas por las inundaciones del lago Enriquillo, que le quitó sus parcelas a cientos de agricultores y ganaderos, gran parte de los cuales residían en el área.

Responsable. La responsabilidad de los asentamientos y la instalación de las infraestructuras, que incluye los sistemas de riego en los ocho proyectos de la región Enriquillo, es del Instituto Agrario Dominicano (IAD), cuyo director es Emilio Toribio Olivo, designado hace más de dos meses.

La oficina de los Proyectos Especiales del IAD está a cargo de Gilberto Reynoso, asesor hídrico del Poder Ejecutivo. Las crecidas del lago Enriquillo han inundado cerca de 100 mil tareas de tierra, situación que fue agravada con el paso de las tormentas Olga y Noel en 2007 y desde entonces el nivel del agua crece.

Como efecto, los residentes de comunidades como Boca de Cachón y otras, perdieron sus viviendas, fueron desplazados y la economía familiar también fue afectada, al perder su agricultura y tener que sacar sus vacas y otros animales.

En ocasiones perdieron parte de su ganado, al ser arrastrados por las crecidas del lago.

Acción. El Gobierno restaura la hidrología de la red natural de drenajes que baja al lago Enriquillo y que cruza por los ocho proyectos que ejecuta entre las sierras de Baoruco y de Neiba, para evitar la continuación de la sedimentación en ese cuerpo de agua.

En estos proyectos se va a utilizar un volumen de unos 400 mil metros cúbicos de agua diarios, que al año son 144 millones de metros cúbicos, expresó el asesor hídrico del Poder Ejecutivo.

Informó que la restauración hidrológica en los ocho proyectos consiste en la colocación de filtros con material grueso, con el propósito de que con la actividad agrícola y las lluvias el material fino quede retenido en la red natural de drenajes y no vaya al lago.

Explicó que el lago Enriquillo ha recibido una cantidad significativa de sedimentos que levanta el fondo de ese cuerpo de agua.

El asesor hídrico del Poder Ejecutivo señaló que muchos de los sedimentos vienen del río Yaque del Sur, pero otra parte de las zonas de las sierras de Neiba y de Baoruco, así como de las actividades agrícolas y otras que se desarrollan en la parte alta, en la media ladera y en la baja de ambas sierras.

Explicó que con esas acciones se busca que no se altere la capacidad de almacenamiento en el lago, y una vez terminados los proyectos se van a colocar franjas protectoras de vegetación en la media ladera de las dos sierras que circundan los ocho proyectos para detener la erosión de las medias laderas de las dos sierras y conservar los suelos y evitar que haya más aportes de sedimentos al lago Enriquillo.

Los 400 mil metros cúbicos diarios de agua que se usarán en los ocho proyectos no entrarán al lago Enriquillo, lo que disminuirá su caudal, afirmó Gilberto Reynoso.