Si los candidatos a diputados y a senadores para las próximas elecciones tienen algún proyecto en su agenda no lo han dado a conocer, y si lo han hecho no se ha ventilado tanto como se ha hecho con los acuerdos (y desacuerdos) a los que han arribado los partidos políticos y las conquistas que han logrado tanto PRD como PLD y PRSC.

Una especie de yo te quito, tú me quitas, yo te conquisto, tú me conquistas, es lo que básicamente ha primado en esta campaña que precede a las elecciones de medio término, como si las agendas de esos candidatos o la labor que van a desempeñar desde el Congreso ocupase un segundo o tercer lugar.

¿En base a qué se mide la fuerza de un candidato a diputado o a senador en una determinada provincia? En base a su simpatía, al trabajo que desarrolla en su comunidad o en base al porcentaje de lo que recoge y reparte?

No en vano se escucha, ya en alta voz, que para resolver de inmediato hay que engancharse a político

Decepcionada está la sociedad porque cada vez es mayor el fraude a la que se ve sometida cuando se elige a un candidato para ocupar tal o cual posición.

Escasos son los diputados o senadores que se han destacado de la mayoría por la labor realizada en su comunidad.

Los votantes, sin ánimo de alejarlos de su deber, deberían de abstenerse de votar por candidatos que no presenten una oferta seria y realista.

Concreta y acorde a las necesidades de las comunidades que representan.