PRSC: Apuntando para el 2012

PRSC: Apuntando para el 2012

Resulta esperanzador que tanto el presidente electo del PRSC como el saliente hayan formulado planteamientos coincidentes en cuanto al rol del partido. El primero rechazando la concepción de bisagra y el segundo la actitud mendicante detrás de alianzas. Solo falta convertir estas intenciones en realidades apuntando hacia las elecciones del 2012.

El PRSC debe reconocer que ninguno de los partidos mayoritarios da notaciones firmes de pactar; y sus dirigentes, especialmente aquellos  que mantienen aspiraciones congresionales o municipales, manifiestan reservas al respecto.

Al PRD le sobran razones para esta actitud luego que la Alianza Rosada permitió conquistar curules   reformistas que luego hicieron causa común con el PLD.

Y este último – con la excepción del Presidente Fernández, el más reformista de los PLDistas – a juzgar por los hechos y declaraciones, recientes y remotas, tampoco muestra inclinaciones consistentes para pactar. Bastaría recordar desde el desaire del PLD a cerrar negociaciones durante las elecciones del 2006 hasta la fracasada iniciativa reformista de consensuar bufetes directivos en los ayuntamientos para el pasado 16 de agosto; así como  declaraciones de dirigentes que ya consideran al PRSC engullido por el PLD, y las protestas de sus aspirantes a plazas electorales ante la mínima mención de ofrecimientos a reformistas. Su comportamiento con los demás partidos del llamado bloque progresista no puede dejar de recordarse.

Esta actitud de estos partidos colocará al reformismo contra la pared y lo compelirá a medir fuerzas en procura de reconquistar el espacio que todavía le pertenece por existir en la mente y corazón de los dominicanos. Y mientras más pronto lo haga, será mas positivo  para el país, el partido y  sus propios dirigentes.

Porque el reformismo representa el equilibrio y la adopción de políticas satisfactorias a las exigencias nacionales.

El PRD como el PLD nacieron bajo el mismo liderazgo poseído de un influjo estatizante que los lleva a gobernar recurriendo a la expansión del gasto, excesiva tributación,  inhibición de la iniciativa privada, endeudamiento y dependencia estatal fomentador del clientelismo amenazador del pluralismo político.

La nación está reclamando lo contrario – austeridad, equidad tributaria, apoyo a productores, menos endeudamientos, combate de privilegios a detentadores del poder y respeto a la institucionalidad partidaria – característico del modo reformista de gobernar.

Por eso, a pesar del posicionamiento presente del PRSC, reúne condiciones para convertirse en opción para las próximas elecciones presidenciales.

Para ello tiene que abandonar la actitud mendicante y la  propensión  de bisagra, que reclaman tanto el Presidente entrante como el saliente.

Solo falta acabar de emprender las demás acciones  requeridas para ello.

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