Hay una célebre expresión que acuno un líder político dominicano, en un momento de nuestra historia reciente, que se aplica perfectamente a la actitud que tiene que asumir ahora el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y ella es «borrón y cuenta nueva».
Lo ocurrido en el pasado solo deberá servirnos para no repetir los mismos errores y si para enmendarlos de cara al porvenir, para que estemos listos para crecer y triunfar.
Lamentablemente, y es de las cosas que tenemos que corregir, en vez de impulsar la potencialidades de nuestros mejores y valientes dirigentes, lo que hicimos fue desmotivarlos, olvidando que al que es político de verdad le pueden cortar las alas pero no su capacidad de discernir y explorar nuevos caminos.
Dice el politólogo y humanista, Arturo Uslar Pietri, que después de las grandes crisis vienen necesariamente las grandes soluciones, y en el caso de PRSC esas grandes soluciones son: la REUNIFICACION, firme, real y sincera de todos los reformistas-balagueristas y la REORGANIZACION moderna que permita el relanzamiento del partido, aportando todos trabajo, esfuerzo y estrategias para incorporar nuevos miembros a las filas coloradas.
De igual modo debemos estimular y empoderar a nuestros dirigentes y simpatizantes para que su trabajo y su experiencia nos permitan alcanzar nuestra más anhelada y necesaria meta, un PRSC vigoroso como en los mejores tiempos.
Es necesario, para lograr estas metas, recuperar la buena imagen ante el pueblo y recobrar la credibilidad y la confianza, primero y sobre todo entre nosotros mismos.
En cada reformista de corazón hay un potencial dormido y solo juntando y sumando carismas y esfuerzos se hace grande un partido.
Para crecer tenemos que SUMAR Y SUMAR, siempre SUMAR, y lograr que nuestro discurso sea coherente y optimista para así al unísono buscar un solo propósito, un solo rumbo, un solo camino, con una sola decisión, la de volver a ser grandes para estar en condiciones de ofrecer a la nación una patria justa para todos.
Tenemos que ofrecer un proyecto de partido visionario, optimista, de acción, de renovación y de acercamiento a la gente, y entonces estaremos listos para presentar candidatos y candidatas con propuestas patrióticas y serias a una nación que tanto espera de nosotros. Con ello sí estaríamos rindiéndole tributo a los fecundos ideales del mejor ejemplo político nacional, el Dr. Joaquín Balaguer.
Adelante reformistas, aceleremos el paso, levantemos la mirada al cielo y juntos lancemos el grito de «Dios, Patria y Libertad», al son de nuestro himno partidario » triunfaremos triunfaremos porque Dios nos va a ayudar…».