PRSC: ¿Cabeza de ratón o cola de león?

PRSC: ¿Cabeza de ratón o cola de león?

Lo que  voy a narrar es el extracto de una historia real. Comenzó con la caída de la dictadura trujillista, cuando surgió el original Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC). Lema: Justicia Social con Libertad, color verde y símbolo un machete. Desde su fundación surgieron incoherencias ideológicas  e individualistas que provocaron divisiones irreconciliables. En las elecciones del 1962 quedó en tercer lugar con un Diputado. Frente al golpe de Estado a Bosch unos lo combatieron mientras otros lo apoyaron. Luego surgieron la Línea Dura, proclamando: “Al Pan, Pan y al Vino, Vino”,  y otra que apodaron Línea Floja con tendencia mucho más moderada.

En el año 1964, estando Bosch en el exilio, el viejo PRSC dirigido por la Línea Dura firmó con el PRD  el Pacto de Río Piedras,  procurando el retorno a la Constitucionalidad,  que contribuyó a acelerar lo que se conoció como la Revolución de Abril del 1965; acontecimiento que  marcó para siempre su división con la participación de unos y la ausencia de otros, pero  sobre todo, cuando en las elecciones del 1966  unos  apoyaron a Bosch, mientras otros se opusieron.

Desde mediados de la década del 70 en medio de las luchas internas, surgieron en el viejo PRSC dos nuevas tendencias: los que  creían que podían convertirse en opción de poder en base a una política diferenciada y de reafirmación de sus principios, con una posición centrista,  mientras  otros  comenzaron a soñar con un acercamiento con Balaguer y el Partido Reformista.

Producto de la crisis interna existente, en una Convención Nacional  a principios del 1980 con la participación de dirigentes internacionales socialcristianos, se escucharon voces en dos sentidos, unos propugnando continuar con un proyecto propio, mientras otros por una  fusión con Balaguer, argumentando que era preferible: “SER COLA DE LEÓN Y NO CABEZA DE RATÓN”.

Ante ese debate, un conocido dirigente internacional expuso acerca de los posibles riesgos de una y otra posición.

Expuso acerca de: “las dificultades que tenían los partidos ideológicos para llegar al poder sin contar con un líder, sobre todo si las luchas internas continuaban  cercenando  a sus propios dirigentes”. Pero por otro lado planteó el problema que significaba ser cola de león. Dijo: “las colas son parte integral del cuerpo, pero como están atrás, siempre estarán  sujetas  a soportar  todas las cosas que al león se le  ocurra, y para comprenderlo, solo hay que tener un poquito de imaginación”. Y agregó: “quienes son incapaces de encontrar su propio camino, jamás encontrarán los caminos ajenos, corriendo el riesgo de perder la cabeza, la cola y la identidad”.

El tiempo se encargó de demostrar que aquel visionario dirigente internacional tenía toda la razón. Y por  si acaso algunos no lo recuerdan, el PRSC de hoy es consecuencia de aquella fusión, porque el viejo  PRSC que no quiso mantener  la cabeza adherida a su propio cuerpo para convertirse en cola de un león ajeno, acabó perdiendo la cabeza, la cola y su propia esencia.

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