PRSC: pactos migratorios equivaldría a la fusión de República Dominicana y Haití

PRSC: pactos migratorios equivaldría a la fusión de República Dominicana y Haití

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) aseveró que la firma de los pactos migratorios la próxima semana en Marruecos, equivaldría a la fusión en una sola nación de República Dominicana y Haití.

El presidente del PRSC, ingeniero Federico Antún Batlle (Quique), indicó que envió una comunicación al presidente Danilo Medina, en la que le pide que la República Dominicana se retire de la firma de esos pactos migratorios debido a que el país no debe firmarlo ni tampoco puede cargar con más responsabilidades sobre sus hombros, ya que la migración haitiana “se ha convertido en una seria amenaza para nuestra soberanía” y la firma de los pactos para los Refugiados y para la Migración “permitiría el acceso libre por nuestra frontera de todo el que quiera venir y no podríamos detenerlos porque estaríamos violando sus derechos humanos”.

Quique Antún dijo que la República Dominicana no resiste un migrante haitiano más de manera ilegal, por lo que demandó detener el “grave flujo” migratorio de ciudadanos del vecino país, al tiempo que expresó su firme oposición a que el gobierno rubrique los pactos para la migración y los refugiados que está anunciado para la próxima semana en Marruecos, porque dijo representa la destrucción de la soberanía nacional.

Resaltó que en vez de firmar esos pactos migratorios impulsados por las Naciones Unidas (ONU), “el gobierno, la Cancillería y las Fuerzas Armadas deben detener el grave flujo migratorio haitiano, que está poniendo en peligro de extinción a nuestra nación”.

Hablando en conferencia de prensa en la sede principal de esa organización política, Quique Antún exigió que las grandes naciones del mundo y organismos multilaterales como Naciones Unidas, “cesen la presión sobre nuestro país para que nos responsabilicemos del Estado Fallido que es Haití”.

El líder reformista estuvo acompañado del secretario general, Ramón Rogelio Genao; del presidente en Funciones, Eddy Alcántara; del primer vicepresidente, Máximo Castro Silverio; del secretario de Organización, José Balaguer; de la secretaria de la Mujer, Inés Bryan; y Mirelis Uceta, Odalis Vega y Danny Perdomo, miembros del directorio presidencial.

Si ellos no han podido resolver el problema –apuntó Antún Batlle- , cómo pretenden que un país pequeño y con una economía débil aún y con decenas de problemas irresolutos, asuma también la carga de diez millones de haitianos.

En ese sentido, indicó que la República Dominicana es una nación libre y soberana, que construyó su independencia en una larga guerra contra Haití.

“Somos dos pueblos con cultura, religión, lengua e idiosincrasia muy distintas. Por tanto, rechazamos cualquier intención de unificar la isla como han pretendido poderosas naciones y organismos internacionales”, dijo.

El líder reformista resaltó que los dominicanos quieren el desarrollo y el bienestar de Haití como pueblo vecino que comparte una misma isla con nosotros, “pero ellos allá y nosotros acá”.

MURO FRONTERIZO

Antún Batlle reiteró la demanda de que el gobierno inicie la construcción de un muro que contenga y regularice no solo la migración haitiana, sino que pare en seco el tráfico de drogas, el contrabando, la trata de personas, y el crimen organizado que opera en la frontera”.

También que se fomente el desarrollo agropecuario de la zona fronteriza y contribuya a humanizar una región que se cae a pedazos en ambos lados de la frontera, “porque la miseria no solo es en Haití”.

“Los dominicanos que viven en la frontera también están pasando por una indescriptible situación de pobreza y abandono que es necesario detener ya”, expresó.

El presidente del Partido Reformista señaló que las Naciones Unidas no tiene moral para exigir a la República Dominicana la firma de estos pactos migratorios.

“Si ellos acusan a nuestro país de fomentar la apatridia, y que violamos los derechos de los haitianos y que no entregamos documentos a miles de dominicanos de origen haitiano, entonces cabe decir que seremos juzgado por un juez que ya demostró ser parcial a favor de la parte haitiana y que con esos pactos firmados, los utilizarán para obligarnos aún más, a ser el receptáculo de toda la población haitiana que languidece en la más aberrante de las miserias, frente a la mirada de esos órganos internacionales que no son capaces de una verdadera solidaridad con Haití”, dijo.

Quique Antún afirmó que la ONU fracasó en su intento de reorganizar al Estado de Haití cuando lo intervino el 1 de junio del 2004 a través de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), “y lo abandonó trece años después sin haber resuelto uno solo de los graves problemas del más pobre país del hemisferio occidental”.

En ese sentido, indicó que cómo es posible que el principal organismo multilateral del mundo, con inmensos recursos económicos, técnicos y logísticos, donde convergen todas las fuerzas políticas del mundo, no pudiera ayudar a resolver los problemas de Haití.

El líder reformista explicó asimismo que dentro de toda la “poesía” que contienen los documentos aprobados por la ONU, “cuando escarbamos en sus intríngulis, nos encontramos con que estos pactos migratorios proponen un aumento de los reasentamientos humanos en aquellos países donde ya hay alto índice de migrantes y también ayuda psicológica a estos ciudadanos, para superar los traumas que les provoca el proceso migratorio”.

También plantean dar protección a los migrantes “cuando su país de origen no puede o no quiere brindarle protección” y hay que acoger a todos los ciudadanos que huyen de persecución individual, de conflictos armados, de actores estatales y privados, así como los que sufren violaciones de derechos humanos, violencia de pandillas, violencia domésticas, los que se vean afectados por cambios climáticos, los que sufren explotación o abuso por parte de traficantes, tratantes o patronos inescrupulosos, personas con discapacidad o necesidades médicas, “de manera que estos pactos migratorios nos obligarían a tener que recibir a los diez millones de haitianos y esto significa la destrucción de la soberanía nacional”.

Quique Antún resaltó, además, que estos pactos obligan a dar protección, salud, educación a los migrantes recibidos, “y obliga también a crear canales nuevos y amplios para una migración segura y regular dentro del país, además de protegerlos en tránsito y plantea reunificar a las familias que siguen en sus países de origen con los refugiados que ya están en nuestro país”.