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POR ROSA ALCÁNTARA
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) reclamó ayer al gobierno solucionar la escasez del gas licuado de petróleo (GLP) y el «colapso» del servicio de electricidad.
Federico Antún Batlle, presidente del PRSC, en una conferencia de prensa, antes de una reunión de la Comisión Política, leyó un documento en el que planteó que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente Leonel Fernández debieron tomar las previsiones de lugar tan pronto asumió el poder el pasado 16 de agosto para evitar que el agotamiento del gas.
Manifestó que la carencia de gas está afectando de manera sensible y humillante a la población que es forzada a hacer largas filas sin que tenga seguridad de que podrá adquirirlo.
Consideró que es inaceptable la excusa de que las autoridades anteriores dejaron deudas millonarias por atrasos en el pago del subsidio al gas, cuando tanto el partido como el presidente Fernández tuvieron tres meses de transición para tener una respuesta al momento de asumir el mando.
«El PRSC reclama del gobierno que se actúe con la rapidez y la diligencia necesarias para buscar los mecanismos que permitan a la población, especialmente los sectores desprotegidos, recibir un suministro de gas permanente, sin las pesadillas que sufre a diario», dijo.
Asimismo, expresó que el PRSC reclama también al presidente Fernández que preste atención especial al suministro de energía eléctrica, porque el sistema prácticamente colapsó el fin de semana pasado, y aún hoy continúa en una situación de precariedad, con apagones desde 18 hasta 20 horas, en esta capital como en el interior.
Señaló que esa organización reconoce que en los primeros días que el gobierno del PLD asumió el poder, la administración peledeísta logró una ligera mejoría en el servicio energético, reduciéndose los apagones «pero en estos momentos, lamentablemente parece que hemos vuelto a la crisis, o ¿e pa´trás que vamos?».
Con relación al precio de los pasajes, Antún Batlle dijo que el gobierno tiene que imponer su autoridad porque si bajan los precios de los combustibles deben reducirse también los de los pasajes.
