PRSC sin candidato, beneficio para el PRD

PRSC sin candidato, beneficio para el PRD

La obnubilación que genera el poder o el temor por retenerlo impiden visualizar los efectos de un PRSC sin candidato presidencial  como propician algunos en procura de alianza implícita con el PLD, violentando lo expresado por su estructura dirigencial en su III Congreso y más recientemente en su Pleno de Dirigentes.

De implementarse esa obnubilación el sentimiento  reformista, perteneciente a la silente clase media y la maltratada pobreza e indigencia, volcaría su voto por quien represente cambios en el proceder  gubernamental vigente.

El sentimiento reformista no tiene por qué cargar sobre sus hombros el fardo de los errores gubernamentales y el estado de cosas que ha provocado: Inseguridad ciudadana, desempleo, finanzas deficitarias, desequilibrios comerciales por abandono público a productores, encarecimiento del costo de la vida, deficiencias de servicios públicos, principalmente de salud y educación, deterioro ambiental, desorden territorial testimoniado en el transporte y mayor penetración haitiana.

Todo ello coexistiendo con ostentación de poder y riqueza de parte del funcionariado, honorarios desproporcionados, burocracia excesiva, nominillas y subsidios fomentando cultura de dependencia estatal, endeudamientos, corrupción encarecedora de costos de obras y servicios, reparticiones de éstas entre familiares y allegados, arrogancia y privilegios en el cumplimiento de obligaciones ciudadanas,  descuartizamiento del patrimonio público, despreocupación y negligencia de autoridades reconocida incluso recientemente por el Presidente Fernández.

De aliarse el PRSC al PLD se produciría una sinergia contraria a la concebida por sus promotores: impulsará la votación hacia el partido que represente el cambio de este orden de cosas. Mientras dirigentes cupulares pactan con el PLD, dirigencia estructurada y electores votarían por el PRD.

La obnubilación tampoco toma adecuadamente la seña del Presidente Fernández en cuanto a su apoyo real y efectivo a la candidatura del  PLD. Que solo el Presidente Fernández se ha preocupado por valorar las aportaciones reformistas. Ni el trato dispensado por el candidato del PRD, institucionalmente al PRSC, y personalmente a su fundador líder.

Por esas razones el gran beneficiario de esa obnubilación sería el  PRD, que monopolizaría el descontento reformista hasta alzarse con la victoria en primera vuelta, lo que le induciría gobernar a manos libres, sin los condicionamientos que podría imponerle una alianza electoral forzada por la concurrencia a una segunda vuelta.

El gran perjudicado sería la nación y el pueblo dominicano que privaría la participación institucionalizada del partido político más experimentado en la aplicación de respuestas a la crisis económica y social que amenaza al mundo occidental  – austeridad, disciplina fiscal, rechazo al endeudamiento, apoyo a productores y generación de puestos de trabajo – por formar parte consustancial del recetario reformista socialcristiano.

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