El gobierno dominicano dispuso la reapertura de los hoteles a partir de primero de este mes, pero la cura puede ser peor que la enfermedad, al mirar varios vídeos que circulan en las redes sociales que me llamaron la atención, donde los huéspedes participaron de actividades sin ninguna protección en contra del COVID-19.
El turismo es nuestra «gallina de los huevos de oro», y tras la paralización por más de cinco meses de esta industria, nuestra economía ha sido muy afectada en este año, obligando a las autoridades tomar medidas para la recuperación financiera del país.
Las cadenas hoteleras deben ser más rigurosas en la aplicación de acciones preventivas ante esta pandemia, que podría extenderse si no le ponemos el cuidado necesario.
Las imágenes de personas en las piscinas, sin ninguna protección, puede ser usado como campaña negativa para nuestro destino, que es el predilecto del Caribe.
Cuidemos nuestra industria turística, pues representa el 8% de nuestro Producto Interno Bruto (PIB), y para nuestra débil economía sería el medicamento para su recuperación.
Las sanciones, interpuestas por el Ministerio de Turismo (Mitur), son un llamado de alerta a la prudencia, y que la apertura puede desencadenar en un nuevo brote de la pandemia que afecta a más 35 millones de personas, con más de un millón de fallecidos en todo el mundo.
Estamos en recuperación, no sanos, y una recaída nos llevaría mayor tiempo para el rescate de la economía, ante esta crisis que afecta a todas las naciones.