El fallecimiento de cinco  jóvenes y las heridas sufridas por otros dos en un accidente de tránsito ocurrido la noche del lunes en la carretera Neiba-Galván, debe servir de motivo de reflexión para todos los que en estos días toman carretera para ir a balnearios y playas.

En este accidente resalta el hecho de que un jovencito de 17 años era el conductor de la yipeta que chocó contra una motocicleta y luego se estrelló, quedando prácticamente destruida. El suceso pone en evidencia, una vez más, los riesgos de conducir   en estos días.

Las autoridades del COE han advertido que retendrán los vehículos de conductores que estén bajo los efectos de bebidas alcohólicas.

Es una buena decisión, que debería extenderse a todo aquel que cometa imprudencias en las vías públicas, no importa si haya bebido o no alcohol. También deben actuar contra los padres de menores de edad que sean sorprendidos ingiriendo bebidas espirituosas.  En el fin de semana, dos muchachos de 10 y 15 años de edad se intoxicaron en Santiago en esas circunstancias.

Con todo y lo que puedan hacer las autoridades, la principal responsabilidad es de cada ciudadano que tome un volante. Conducir a la defensiva, con prudencia y sobriedad, siempre será la forma de prevención más efectiva en todo cuanto hagamos en estos días.

Los vándalos atacan de nuevo

La actividad de la UASD y la tranquilidad del entorno han vuelto a ser afectadas por unos pocos revoltosos que dicen oponerse a que manos privadas dirijan el hospital oncológico que se construye en terrenos de la academia. Durante tres días, este grupo ha provocado desórdenes y se ha enfrentado con la Policía. La violencia de unos pocos ha estado así perjudicando a miles de estudiantes y la actividad administrativa de la universidad.

La UASD parece estar a merced de la voluntad de estos personajes. Parece carecer de los medios necesarios para meterlos en cintura. El motivo que se ha tomado para pretender justificar el desorden podría tener mayores posibilidades de éxito si se planteara de manera sobria y correcta  en las instancias que correspondan. No es posible que un puñado de necios continúe haciendo lo que les viene en ganas en perjuicio de la universidad del Estado.