Una especialista en psicología que trabaja con personas que tienen cáncer aconsejó que se cambien la narrativa bélica para referirse a pacientes que padecen alguna enfermedad oncológica. “Perdió la batalla contra el cáncer”, es una de las frases erróneas que más se repite, dijo Daniela Roja, psicooncóloga especializada en comunicación empática y ética en cáncer. La profesional habló en el 21 Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, que se llevó en Ciudad México organizado por la multinacional MSD. Es necesario, dijo la profesional de la salud, cuidar las palabras y tener una comunicación más empática. Insiste en la responsabilidad que tienen los medios de comunicación con la salud y vida de la gente. Constantemente se repiten frases como “lucha” contra el cáncer. “Yo no estoy luchando, estoy viviendo, no soy una guerrera, soy una amante de la vida”, dijo la actriz mexicana Edhith González mientras trataba la enfermedad.

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Los mitos

Es erróneo plantear la enfermedad del cáncer como un problema de voluntad, se repiten frases como, “Ten ánimo”, “Se fuerte”, “No llores”, “Piensa”, “Ten fe”, “No decaigas” y “No te rindas”, citó algunas frases que plantean como si la cura de la enfermedad dependiera del paciente.

El enfoque

En los medios de comunicación se enfocan las historias de éxito de pacientes con sobrevivencia de cáncer, plantea Roja. Asimismo, se enfocan las historias en forma equivocada diciendo que “Se dio por vencido” o “No luchó lo suficiente”.

¿Cómo hacerlo?

Los periodistas y comunicadores deben escribir o hablar desde la diversidad de experiencias, visiones y necesidades en salud de las personas que viven con cáncer. Se debe evitar espectacularidad o sensacionalismo al hablar de cáncer a través de uso tendencioso de relatos, uso de imágenes y musicalización hiperdramatizada. Daniela Roja, recomienda que se evite a todo costo la personificación de la enfermedad, hablando de ella como un ser que se alimenta o aprovecha o que busca a determinadas personas. La profesional recomienda evitar referirse a una enfermedad que afecta a personas de una determinada clase, color de piel, heterosexuales, casadas o con hijos, insiste. La profesional recomienda evitar usar el cáncer como metáfora de destrucción o corrupción, para describir determinada s situaciones económicas.