La República Dominicana tiene factores sociales que hacen que veinte de cada 100 personas tengan afectada su salud mental. Sin embargo, los dominicanos tienen una gran capacidad de reponerse de la adversidad, lo que los hace estar entre las personas más felices del mundo.
El tema fue tratado ayer por los doctores Fernando Sánchez Martínez, Carlos de los Angeles, María Neri Pérez, presidenta de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, y Angel Almánzar, director de Salud Mental, durante un conversatorio sobre salud mental organizado por HOY.
Se trata de factores sociales como la inseguridad, la violencia, la lucha por la subsistencia, el tener más de 500 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan, el caos del tránsito, la falta de respeto a las leyes y la impunidad, son solo algunos de estos componentes que dañan al dominicano.
Sin embargo, aseguran que el pueblo dominicano tiene una capacidad de resiliencia o levantarse de la adversidad en forma impresionante y eso se ha visto a lo largo de la historia.
“Los dominicanos están sometidos a grandes estresores psicosociales, incluye disputa entre trabajadores y empleadores, lo que atenta contra la salud emocional de los ciudadanos”, aseguró De los Angeles.
Insistió en que esos factores sociales se convierten en oportunidades de crecimiento, por la capacidad de los dominicanos.
Diferenciado. Los factores sociales que llevan a la ansiedad y a los trastornos del estado de ánimo son diferentes en cada país, asegura la doctora Pérez.
Analiza que mientras los dominicanos tienen inseguridad, otras naciones tienen ansiedad por el terrorismo, riesgo que no tiene el país.
De su lado, el doctor Sánchez Martínez dijo que la salud mental de un país depende de la forma en que se desarrolla la familia y una sociedad estratificada como es la dominicana.
El especialista en salud mental asegura que la más afectada es la mayoría de la población que no dispone de vivienda, alimentación y trabajo.
“Pongámonos en el escenario de una familia que vive en una vivienda de pobres condiciones, no tiene agua, las niñas tienen que salir a cargar agua y una gran inseguridad circundante. Todo eso tiene un gran impacto en la vida emocional del individuo”, expresó Sánchez Martínez.
Eso genera un alto índice de problemas emocionales, pero a juicio del doctor Almánzar, los trastornos mentales también están presentes en las sociedades muy desarrolladas, como es el caso de Japón o de los países nórdicos.
Resiliencia. El doctor Sánchez Martínez dijo que el dominicano convierte lo trágico en un acontecimiento que produce risa y alegría. Es paradójico.
“Las esquinas y los colmadones se llenan de gente en un ambiente de jolgorio, ahí las personas se desahogan hasta de temas tan graves como la inseguridad ciudadana”, insiste Sánchez Martínez.
Existen una alegría y capacidad de reponerse en el dominicano que lo convierte en una persona feliz, insisten.
Enfermedades. Desde la experiencia de las unidades de intervención en crisis, la mayor incidencia de pacientes llega con trastornos del estado de ánimo.
Sin embargo, los trastornos del estado de ánimo no solo están relacionados con desesperanza y pobreza, también existen factores genéticos que la persona desarrollará aunque tenga bienestar económico, comentan los cuatro profesionales
Insisten que el país está entre los índices esperados de morbilidad, es decir, no es una cifra escandalosa la del porcentaje de afección de salud mental.
Las adicciones. La República Dominicana tiene un grave problema de alcoholismo y abuso de sustancias, aseguran los doctores Almánzar y Sánchez Martínez.
Las adicciones constituyen un grave problema de salud pública y el principal es el alcoholismo, dice el doctor De los Angeles.
Además, el alcoholismo es responsable del 90% de los accidentes de tránsito. En el caso de los accidentes de motocicletas, en más del 90% de los casos está involucrado el alcohol y otro tipo de sustancias.
Uso de cocaína. Los profesionales dicen que es muy grave la denuncia de que los choferes de vehículos pesados usan cocaína para mantenerse despiertos. Llaman a poner atención a esa denuncia. Los estudiosos de la conducta humana analizaron que la violencia general y la intrafamiliar, está ligada al alcohol.
Los psiquiatras aseguran que en el 80% de los hechos delictivos involucran abuso de alcohol, lo que amerita respuesta de diferentes actores del Estado.
A juicio del doctor De los Angeles, el ser humano busca tomar alcohol para salir de su estado normal y llegar a una fase diferente.
Sin cobertura. La falta de cobertura por parte del sistema de seguridad social es el dolor de cabeza de los psiquiatras, aseguró Neri Pérez.
Mientras que el doctor Angel Almánzar dijo que la falta de cobertura es un tema severo para los pacientes con trastornos emocionales y otras patologías mentales.
Esto incluye, dijo Neri Pérez, a todas las enfermedades, alcoholismo, adiciones, esquizofrenia y depresiones.
Solo algunos seguros de autogestión tienen cobertura para esas patologías, pero se trata de la excepción.
Existen iniciativas privadas y fundaciones que tienen cobertura.
Los profesionales coincidieron en que es necesario que fluyan los recursos para la atención en salud mental, en el caso de los hospitales es gratis.
Drogas. Existe un severo problema de sustancias psicoactivas y se hacen combinaciones, hoy día se habla de poli drogo-dependencia.
Los expertos aseguran que el uso de sustancias en los barrios es escandaloso e insisten en que se trata de un problema de salud mental.
Inequidad e injusticia El mayor problema de la sociedad dominicana es que presentando altos índices de crecimiento económico, no hay una justa distribución, no se traduce en beneficio de la población, lo que lleva a que el 10% se beneficia del 80% de la riqueza.
Desarraigo. Los especialistas Sánchez Martínez, Almánzar Pérez y De los Angeles, niegan que el dominicano sea violento, pero insisten en que existen las condiciones que lo predisponen.
Asimismo, genera violencia en que el 80% de los dominicanos no tenga acceso a la riqueza, lo que genera frustración y violencia.
Sánchez Martínez asegura que el problema no es hacer riqueza, el tema es cómo se distribuye.
Dice que extensos núcleos de población vinieron a las grandes ciudades, pero que estas no les dieron la oportunidad de insertarse y desarrollarse.
Las grandes ciudades han sido pobladas en forma desorganizada, la gente muy pobre no tiene acceso a la educación y sus calles son callejones, sin beneficio social.
Los dominicanos tienen además unos modelos foráneos y una sociedad de consumo que hacen que las aspiraciones no van en concordancia con las oportunidades.