BAVARO, Higüey. El doctor Fernando Sánchez Martínez y otros dos psiquiatras latinoamericanos plantearon la necesidad de sustituir el tradicional «manicomio» por un modelo de atención socio-comunitaria.

Asimismo, Sánchez Martínez y los doctores Guillermo Barrientos y Jean Philipe sugirieron socializar los aspectos históricos y culturales de las naciones del Caribe, a fin de lograr una integración de la Psiquiatría de la región.

Los tres profesionales expusieron en una mesa redonda durante el XI Congreso Dominicano de Psiquiatría, el Primer Simposio Caribeño de Psiquiatría y del V Simposio del Colegio Dominicano de Psicofarmacología, celebrados aquí.

Sánchez Martínez señaló que los profesionales caribeños de la salud mental se desenvuelven en situaciones psicosociales similares, como la violencia intrafamiliar, el uso y abuso de sustancias, el embarazo en adolescentes, la prostitución infantil y otras formas de abuso a niños, niñas y adolescentes.

«Sobre esta base necesitamos intercambiar experiencias e identificar respuestas comunes, en especial, las basadas en la superación del manicomio tradicional, para ir creando un proceso de transformación del ejercicio de la salud mental, fundamentado en las actividades comunitarias».

Agregó que los psiquiatras deben dedicarse, además, al reconocimiento de las normas, valores, costumbres y comportamientos del ser social caribeño, «a fin de conocernos más y mejor, de relacionarnos de manera permanente, sobre todo, en un momento en que la globalización constituye un riesgo para la soberanía de nuestros países y nuestra identidad caribeña».

Sobre este particular, Barrientos dijo que la respuesta histórica a las afectaciones a la salud mental fue el traslado de las metrópolis colonialistas centradas en la atención de los pacientes en hospitales psiquiátricos, aislados de las comunidades.

«Al no ser iguales las condiciones, encontramos hoy países donde la única posibilidad de tratamiento para los trastornos mentales mayores, y aún para las adicciones y otras situaciones que afectan la salud mental, son esos mismos hospitales, mientras que otros no disponen ni siquiera de esa posibilidad y tienen que depender del apoyo de sus vecinos», explicó.

«La sustitución del hospital psiquiátrico como centro de la atención psiquiátrica y la no creación de instituciones de este tipo es la tarea central y común para la Psiquiatría caribeña, así como el desarrollo de modelos de salud mental comunitaria», añadió.

Indicó que esos modelos, si bien siguen una concepción única, tienen que adaptarse a las condiciones propias de cada localidad, de modo que sean más eficientes y eficaces, tengan sostenibilidad y sus servicios asistenciales tengan la cobertura, para lograr la satisfacción de la población.

Asimismo, consideró necesario que esos servicios sean asequibles, con equidad, para todos los necesitados.

Añadió que hay experiencias en desarrollo en diferentes ámbitos caribeños que sirven de ejemplo y enriquecen los aspectos teóricos y prácticos de lo que debe ser la reforma y reestructuración de la Psiquiatría.