Boda diamante con el desarrollo, son los 60 años de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Al crearse en La Hispaniola de 1538, la primera universidad de América; la universidad santiaguera, es la segunda academia dominicana fundada 424 años después.
Mientras la UASD con 484 años, nace vía Bula del Papa Pablo III “In Apostolatus Culmine”, la universidad cibaeña es genuina y descentralizadora creación del Episcopado dominicano. Con el nombre de Madre y Maestra coherente con la Carta encíclica sobre la cuestión social a la luz de la doctrina cristiana, del papa Juan XXIII.
Monseñor Núñez Collado recuerda que “muchos escépticos del momento no creyeron posible que la Iglesia fuera capaz de fundar una institucion de impacto”. Una iniciativa fraguada en el mismo corazón del Valle Cibao, territorio donde se profieren las “íes”, como fuegos artificiales en Navidad.
Tan utópica parecía la fundación de una universidad en Santiago, que varias personalidades rehusaron dar cualquier tipo de apoyo moral, con el pretexto que una universidad fundada por la Iglesia, no pasaría de ser un Seminario de formación religiosa.
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La primera disrupción fueron los programas docentes con excelencia académica. Desde que fui ayudante de profesor hasta hoy, PUCMM aplica herramientas para evaluar el proceso docente. Insumos dirigidos al Centro de Desarrollo Profesoral, que los convierte en gestiones de mejora.
Las carreras de trabajo social, enfermería, administración de empresas, ingeniería industrial y medicina, entre muchas otras, fueron algunas donde PUCMM irrumpió en el escenario. Trabajo social para acompañar familias en crisis, sindicatos y barrios vulnerables, más que Sociología, para teorizar sobre la sociedad. Enfermería y medicina comunitaria antes que medicina tradicional, con un curriculum coherente al perfil epidemiológico dominicano.
En la coyuntura política de la Guerra Fría de 1962, estas carreras planteaban un modelo, que en vez de precipitar el cambio revolucionario en las calles, contribuían a un ordenado desarrollo local.
Desde sus orígenes se seccionó el nudo gordiano de la formación de profesionales. La Nación que salía de la dictadura (1930-1961), debía prepararse para transformar en democracia, la desgracia institucional que por más de 30 años, había convertido Estado, sociedad y economía, en patrimonios personales.
Un componente clave fue su planificación estratégica institucional. El campus Santiago es el espacio verde universitario mejor pensado de Centroamérica y el Caribe. Incluso el Plan Decenal (PLANDIUCA) fue el primer ejercicio de planificación realizado en academia dominicana alguna.
La PUCMM sabe agregarle valor docente, investigativo y servicios sociales a la gestión universitaria. Se estudia para aprender-enseñar; se investiga para transformar y se sirve para ejemplificar. Ese es el triángulo que hemos desarrollado, entre todos.