Pueblo de Israel: esperanzado en mejores tiempos

Pueblo de Israel: esperanzado en mejores tiempos

POR NELLY RAMÍREZ
L cita a la celebración del 57 aniversario de la Independencia del Estado de Israel fue en el club de la Cervecería Bohemia, de 7:30 a 9:30 de la noche, pero media hora antes, ya empezaban a concurrir allí importantes personalidades, quienes luego de estrictas medidas de seguridad a la entrada eran dirigidos hacia el lugar.

Previo a la hora indicada, ya se escuchaban en el salón algunas piezas musicales de origen israelí, interpretadas por la pianista Johana De Luna, con cuyas melodías de fondo el embajador Yoav Bar-On recibía a sus invitados.

Para la ocasión el amplio salón fue decorado elegantemente con una enorme alfombra de estilo oriental en tonos rojos a la entrada, finos centros de mesas en flores multicolores con una base de cristal portando una vela blanca, así como la mantelería roja y blanca y las banderas de República Dominicana y de Israel en miniatura, simbolizando la amistad e integración entre ambas naciones.

Entre las personalidades invitadas a la Fiesta Nacional de Israel estuvieron: el vicepresidente Rafael Alburquerque, la secretaria de Estado de la Mujer, Gladys Gutiérrez; el presidente de la Junta Central Electoral, Luis Arias, así como embajadores adscritos a la República Dominicana y amigos de la Embajada de Israel.

Cuando el embajador terminó de recibir a los invitados, empezó formalmente la fiesta de Independencia, primero con las notas de los himnos de Israel y de República Dominicana, y luego el discurso central.

El embajador Yoav Bar-On agradeció la presencia de las personalidades que le acompañaron en la celebración del aniversario del Estado de Israel. «Cada aniversario, desde hace 57 años, llega con deseos de mejorar aquello que no llegó a concretarse. Así por lo menos lo entiende el Estado de Israel, como Gobierno y como pueblo. Nos sentimos partícipes de una época apasionada en la historia, como pueblo y como nación. Mi generación siente un inmenso privilegio de ser la primera rama de un antiguo árbol de judaísmo que, después de más de 2.000 años de exilio, opresión y discriminación, podemos vivir en un país soberano, fuerte y dueño de su destino».

Agregó: «Este aniversario que comienza, promete ser un tiempo distinto. El 2005 se presenta como una ventana de oportunidades y continuidad en la búsqueda de paz; oportunidad que, por cierto, no debe ni puede ser desperdiciada».

Dijo, además, que pese a los constantes esfuerzos, el proceso de paz y reconciliación con nuestros vecinos, no termina de cristalizar. «Se firmaron tratados de paz con Egipto y Jordania y logramos avances considerables con los palestinos. Hoy los pronósticos son alentadores, aunque falta andar un trecho considerable para incluirnos entre los países que gozan de una vida de paz con tranquilidad. Si me preguntan cuál ha sido el acontecimiento más importante del año 2004 en el Oriente Medio, afirmaría que es el comienzo del proceso de democratización en el mundo árabe», concluyó el embajador Yoav Bar-On.

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