A menudo, cuando se publican resultados de una encuesta política que a alguien les son adversos, éste  “acaba” con la firma encuestadora, invocando mil razones. Pero hoy quiero centrarme en otro tipo de reacción del político desfavorecido: “esos resultados representan una foto del momento”.

No se ataca la credibilidad de la firma investigadora, sino que, aceptando que tales resultados puedan ser ciertos, los mismos no garantizan nada, pues apuestan a que  “esa simple foto de hoy, mañana será o podrá ser diferente”.

¡Y tienen toda la razón! Las encuestas son una forma de estimar e incluso de predecir el mañana en base a la foto de hoy.

Pero al aplastar tan categóricamente solo por ser una “foto” nos olvidamos que todo en la vida se compone de instantes.

Con ese simplista argumento tendríamos que descartarlo todo: un análisis de laboratorio, el estudio de mercado de un producto, una hermosa declaración de amor. ¡Hasta el más apasionado beso, al ser, sin duda, una “foto” del momento, podríamos cuestionarlo! Y hasta el sagrado “Sí, acepto” nupcial  sería una foto eternamente cuestionable. Las fotos de ayer permiten apresar a los delincuentes de hoy.  ¡Hasta en los videos hay que “frizar” la cinta para apreciar mejor los detalles!

Pero el político/candidato, al criticar solo por “foto”, se olvida de algo más contundente aun: todo su empeño proselitista es retratarse en una “foto”, la del triunfador de las elecciones. ¿Alguien duda que las elecciones son también una foto? Son igualitas que las encuestas; alguien las señala como “la encuesta verdadera”, pero foto igual, tomada en un solo día, el de las elecciones y hasta con similares aberraciones: mientras una encuesta puede ser sesgada, manipulada, las elecciones, por igual, pueden ser amañadas.

En lo cotidiano todos tenemos la oportunidad y el derecho de enmendar errores, pero no el pueblo elector en países poco institucionalizados. Una democracia de papel le da al pueblo la “soberanía” de elegir pero no le  permite enmendar errores ni cuestionar la “representatividad”. Es como si el día de las elecciones el pueblo es rey, pero al cerrarse las urnas cede su trono al rey electo y vuelve a convertirse en un peón.

Ese pueblo sería como un Dios mutilado: elige pero no cuestiona; premia pero no castiga; nombra pero no cancela; protege a los malos gobernantes (pocos y multimillonarios) y desampara a los buenos, que son pobres y mayorías.

Las claves

1.  Encuestas

Las encuestas son una forma de estimar e incluso de predecir el mañana en base a la foto de hoy.

2.  Encuesta y una fotografía

¿Alguien duda que las elecciones son también una foto? Son igualitas que las encuestas; alguien las señala como “la encuesta verdadera”, pero foto igual, tomada en un solo día, el de las elecciones y hasta con similares aberraciones.