SANTIAGO. La Subsecretaría de Obras Públicas en la región Norte comenzó ayer a desalojar a las familias que durante años han vivido bajo el puente Hermanos Patiño, para comenzar su reacondicionamiento.
La decisión se produce luego de denuncias de que el mismo podría colapsar.
Porfirio Brito, de la regional de Obras Públicas, dijo que tan pronto se concluya con el traslado de las familias comenzarán los trabajos.
Explicó que el puente, que el 26 de febrero cumplió 45 años en servicio, inició su deterioro con la formación de óxido en la parte del mismo donde familias residentes a orillas del río Yaque del Norte depositaban orina, materias fecales y aguas residuales.
A esto se agrega que ese asentamiento humano ha creado un gran vertedero de basura que corroe los metales.
El anuncio de la reparación tranquiliza a los miles de ciudadanos que a diario lo utilizan. El ingeniero Erving Vargas había denunciado que la obra presenta graves daños estructurales.
El problema más grave del puente es que carece de las placas de neopreno, gomas que se colocan en sus bases para evitar mediante el amortiguamiento que las vibraciones dañen ese tipo de infraestructura.
Además, Vargas sugirió que es necesario revisar cada una de las partes estructurales del puente y reducir el grosor de su capa asfáltica, cuyo peso es mayor al recomendado.