Puerto de manzanillo, con anestesia general

Puerto de manzanillo, con anestesia general

Por el interés que representa este puerto para la economía de la región del Cibao, por su ubicación estratégica para las exportaciones de la zona, principalmente para los mercados de Europa y los Estados Unidos, requiere de una decisión política para su recuperación y modernización. Se hace necesario que se coloque el mismo a la altura que demandan las circunstancias, con normas y regulaciones propias de ese tipo de empresas, acciones que las administraciones no han podido hacer o han hecho muy poco, dado las inversiones millonarias que requiere dicha obra para su funcionamiento.
Son muchos los beneficios de este muelle, ya que disminuye los costos de exportación, reduce el tiempo de entrega de mercancía, dinamiza las exportaciones del Cibao y por ende su economía. De igual manera, puede significar fuentes de empleos para una zona con escasa disponibilidad de los mismos, así como la promoción de nuevas empresas, herramienta ágil y eficaz para la zona, etc.
Desde hace muchos años son muchas las voces que se han levantado defendiendo, reclamando la rehabilitación de este desembarcadero sin resultados positivos. Empresarios del Cibao, específicamente de Santiago, han hecho propuestas para ponerlo en operación sin obtener respuestas adecuadas.
En el 2019, la embajadora de Estados Unidos, Robín Bernstein, visitó el Puerto, ofertando 1.2 millones de dólares, para realizar un estudio de factibilidad para una terminal de gas natural en dicho astillero. La visita de la embajadora fue positiva y no recibió ninguna crítica negativa, ni se catalogó como injerencia extranjera.
La República Dominicana recientemente firmó relaciones diplomáticas con China, con el interés de ampliar sus relaciones comerciales, por ofrecer este país amplias oportunidades de negocio. Esto permitirá que ambas naciones se beneficien, teniendo en cuenta el poder económico, colaboración y cooperación de esa gran nación.
Recientemente el embajador chino en el país manifestó el interés de que se licitara con transparencia la rehabilitación del puerto de Manzanillo para que empresas de su país, basadas en las relaciones comerciales, pudieran participar en las mismas. Estas declaraciones no fueron bien acogidas por sectores políticos del país, llegando a calificar dichas declaraciones como injerencia en nuestra soberanía.
Los embajadores acreditados de los países, tienen entre sus funciones promover negocios, inversiones e intercambios que favorezcan su nación y defender las inversiones de sus ciudadanos. Esta acción no se puede catalogar como injerencia, más bien son beneficios que podemos recibir de determinado país en programas y proyectos que, por su volumen económico, nosotros no podemos desarrollar. Los referidos embajadores, promueven una inversión extranjera que necesitamos, esos diplomáticos están formados y conscientes de su misión, no como muchos que lo que hacen es disfrutar su Embajada como unas vacaciones bien pagadas.
Estamos de acuerdo con Roberto Santana, presidente de la Cámara de Comercio Dominico-China, quien afirmó que no debemos politizar la cooperación entre China y República Dominicana ni obstaculizar posibles proyectos relevantes para nuestro país. Siempre que se intenta poner a caminar el puerto, intereses económicos y políticos muestran su oposición a esta iniciativa, provocando más estancamiento al desarrollo económico de las provincias del Cibao, inyectándole anestesia general, cuando se quiere arrancar el funcionamiento del puerto de Manzanillo.

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