Puerto Plata ayer y hoy

Puerto Plata ayer y hoy

DIÓGENES MERCADO
Hoy he querido hacer un recuento histórico del Puerto Plata de ayer y el actual, ya que muchos jóvenes no tienen conocimiento de cómo era la vida en esta ciudad desde los años 1952 hasta la década de los 60, cuando este hermano pueblo solamente contaba con tres barrios y en la actualidad hay más de 70.

Aquí existían Los Callejones, La Rigola y Los Cocos (hoy Ensanche Miramar) el Ensanche Duboc (Los Callejones) y el Eduardo Brito (La Rigola), lugares como los Domínguez y Los Mameyes eran solamente para la juventud de entonces buscar mangos ya que eran muchas las matas de esta fruta que existían en esos lugares, así como en Cafemba, hoy Costámbar.

Para esa década de los 50 la educación era en las escuelas públicas, en la calle 30 de Marzo había una que la llamaban Los 5 Candados. Era un local con cinco puertas y cinco candados, y estaba situada próximo a La Javilla. La escuela José Dubeau, que estaba frente al teatro Apolo (hoy oficina de Impuestos Internos) y en el lugar de la Casa Nelson era nuestro teatro Apolo, donde tantas series y películas disfrutamos en ese entonces, con un costo de entrada de 3 y 5 centavos. También estaba la Escuela Normal, donde hoy está el Museo del Ambar, y un poco más arriba nuestro Club Deportivo, donde todos los estudiantes tenían que ir a practicar Deportes, y allí también estaba nuestra famosa Banda Municipal y su director Don Manuel Plá Cocco.

El movimiento marítimo eran Las Goletas, y algunos vapores de pasaderos que tocaban nuestro muelle y antes de la entrada, estaban la estación del Ferrocarril, que era otra gran atracción (hoy está en ese lugar la Defensa Civil) y el antiguo Casón, todavía para recordar esa época.

Donde verdaderamente se nota el tremendo cambio es con relación al del vehículo. Para esas fechas en la ciudad habían 13 o 14 carros privados, distribuidos entre esas personas: Don Luis Ginebra, Emilio Payans, Wally Heinsen, Caferino Galán, José Paiewonsky, Fernando Espignolio, Cosme Battle, Luis Ariza, José Bordas, César Bordas, Hugo Sanders, Ramón Vila Piola y José Battle.

Puerto Plata para ese entonces era la ciudad con más industrias y donde eran pocos los desempleados, ya que de otros pueblos iban a trabajar allí, ya que era un pueblo progresista y con capacidad de empleos, en las distintas industrias, que como La Fábrica Nacional de Fósforos, la Chocolatera Industrial, José Paiewonsky e hijos, Casa Munné, Bordas y Compañía.

También Grisolia y Cía, Industria Pastas Alimenticias, Brugal y Cía., La Limonera, Natalio Redondo y Cía., Importadora de Café C x A, la Ganadera Industrial, C x A, Fábrica de Hielo Leroux, Ferrocarril Dominicano y otras.

También existía en la ciudad una terminal de la Compañía Dominicana de Aviación, localizada donde está hoy el Estadio «José Briceño» casi frente donde estaban los Talleres y Oficina de Obras Públicas, (ya más luego en ese lugar está El Hit de Món Batista).

La ciudad llegaba hasta donde está el Polideportivo «Gregorio Luperón» lugar donde estaba el Hipódromo y luego el Estadio de Béisbol, ya que muy escasamente había construcciones en esa vía, hoy remodelada y hermosa.

Ya para los años 70 entra una nueva etapa, la Antigua Escuela Normal, que funcionaba en la calle Duarte, fue vendida al señor Món Batista, la cual fue remodelada y convertida en Hotel Restaurant (el costo de ésta en esos años fue de 8 mil pesos), hoy el Museo del Ambar que cuesta más de 25 millones. También en esos años se comenzó el Malecón, ya la ciudad tranquila y pequeña sería transformada, la cantidad de vehículos es incontable y con hoteles de cinco estrellas y las hermosas residencias en las distintas urbanizaciones que hay le dan un gran valor a esa ciudad. En época de los 50 no había una casa que costara mil pesos, con algunas excepciones.

Hay que recordar la calle Julia Molina (hoy Separación) con sus hermosos robles en las aceras y las paradas de burros y carretas en el Camino Real, así como los hermosos coches parqueados al lado de la Iglesia (hoy Catedral San Felipe) y la imponencia de nuestro obelisco en la parte alta de la ciudad (hoy Parque de la Libertad). Voy a hacer mía unas expresiones del gran amigo Don José Guzmán (Cabo Cheche): los tiempos de antes eran buenos, pero yo prefiero los de ahora.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas