Puerto Plata celebra 185 años de protestantismo

Puerto Plata celebra 185 años de protestantismo

La Iglesia Evangélica Dominicana en Puerto Plata, quien es portadora de la herencia Wesleyana desde 1931, está de fiesta de aniversario en este mes de septiembre. En esta ocasión seguimos contando la historia y celebrando con gozo nuestra fe.

Desde sus orígenes, la iglesia cristiana ha tenido que enfrentar situaciones históricas y desafíos serios a sus doctrinas y posición pastoral. Tuvo persecuciones por parte del Imperio Romano; enfrentó distorsiones de su fe en lo que se ha llamado “herejías”; pasó a ser la iglesia del Estado, con la conversión del emperador Constantino, en el siglo IV; pasó a ser rectora de la cultura europea durante toda la Edad Media y ha permanecido como la influencia mayor en toda la cultura occidental hasta el presente. En esa formidable labor, ha tenido que dar respuesta de su fe en Jesucristo, tanto desde la perspectiva católica como protestante desde el siglo XVI.

En todo tiempo y circunstancia, la zozobra e incertidumbre han confrontado a la iglesia de Jesucristo. Las persecuciones, sean físicas o intelectuales; los embates militares y políticos, la exclusión y condena de las sociedades, así como sus momentos de gozo y celebración la han hecho reflexionar, reevaluar y reorientar su existencia. Ha estado en ocasiones en la periferia, como una voz profética de denuncia y anuncio de las buenas nuevas de Jesucristo. De esa manera se cumplen las palabras de Jesús: “Vosotros sois la luz del mundo… la sal de la tierra” (Mateo 6:13-14).

La llegada del protestantismo a Quisqueya no respondió, en sus inicios, a un esfuerzo misionero de las iglesias norteamericanas, que se planificara con el fin de plantar otra vertiente del cristianismo en la isla, sino que fue parte importante en la política de asentamientos que exigía el plan laboral de cultivos ingeniado por el presidente Boyer, quien desde Puerto Príncipe gobernaba toda la isla (1824-1844).

La primera presencia protestante establecida en Quisqueya de manera permanente se debió a las inmigraciones de esclavos libertos que vinieron desde Norteamérica. A eso se añade la diversidad étnica que por siglos ha caracterizado a Puerto Plata. Para 1834 habitaban en Puerto Plata inmigrantes de Francia, Haití, España, Inglaterra, Alemania, Italia, Curazao, Martinica, Islas Turcas y otras. El primer distrito protestante de la Iglesia Metodista Wesleyana estaba compuesto por tres congregaciones en La Hispaniola, es decir, una en Puerto Príncipe, otra en Puerto Plata y otra congregación en las Islas Turcas.  Ese distrito comprendía la capital haitiana, un puerto dominicano y una isla británica. El primer misionero para La Hispaniola fue John Tindall, quien, junto a su ayudante, William Cardy, fungía como superintendente para este Distrito.

Tiempo después, llegó al pais William Towler, quien educó a  Gregorio Luperón, Lilis y otros. Fueron tiempos de gran desafío, ya que educar a personas de la raza negra era algo fuera de lo normal. La misión metodista no se detuvo al hacer la misión. Buscaban la oportunidad de educar a los esclavos, a quienes estaba prohibido enseñarles a leer y escribir. De esa manera, les enseñaron a leer a un niño cuyo apodo era (“Gollito”, Luperón) que vendía dulces de coco en una bandeja por las calles. En la escuela misional Luperón no sólo aprendió a leer y escribir, sino que tuvo la oportunidad de aprender inglés, francés, y sobre todo tener un conocimiento de la doctrina cristiana.  Hoy, después de 185 años de presencia protestante, sigue brillando la luz del evangelio en  Puerto Plata.

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