Un hombre se sienta frente al Casa Blanca Hotel de la calle Fortaleza del Viejo San Juan el 20 de octubre del 2017. Un mes después del paso del huracán María por Puerto Rico, un tercio de los hoteles permanecen cerrados. (AP Photo/Carlos Giusti)
Las estrechas calles adoquinadas del Viejo San Juan están desiertas. Los negocios de puros siguen con tablones en las vidrieras. Las boutiques en los edificios coloniales están cerradas. «Es como una ciudad fantasma», comenta Mike Maione, turista de, Nueva Jersey, que se alojaba en el casco antiguo de la ciudad con su esposa, en un pequeño hotel que contaba con un generador de electricidad propio. «Hemos estado aquí varias veces en el pasado y la zona está siempre llena de turistas, pero ahora no hay nadie aquí».
El turismo, uno de los pocos sectores florecientes de esta isla sumida en una crisis económica, prácticamente no existe un mes después del paso del huracán María. Y la recuperación de la isla dependerá en buena medida de la velocidad con que regresen los turistas.
Un tercio de los hoteles de Puerto Rico siguen cerrados. Numerosos restaurantes y negocios todavía no tienen luz. No se puede nadar en las playas por temor a posible contaminación del agua. La temporada alta comienza en diciembre y las autoridades turísticas esperan atraer visitantes, pero ello dependerá de que se restaure el suministro de electricidad y de que se reparen los hoteles y las atracciones que sufrieron daños.
«Queremos que Puerto Rico sea más como Nueva Orleáns después de Katrina y Detroit después de la crisis financiera», expresó José Izquierdo, director ejecutivo de la Compañía de Turismo del gobierno puertorriqueño. Aunque espera que la recuperación sea más acelerada. Puerto Rico recibe más de 5,000,000 de visitantes por año, quienes gastan cerca de US 4,000 millones y generan más de 80.000 empleos.