Jorge Ortiz, un obrero de la construcción de 50 años de edad, no dejó nada al azar mientras la tormenta tropical Dorian se acercaba el martes a Puerto Rico amenazando con impactar la costa suroeste de la isla con fortaleza cercana a la de un huracán.
Quitándose el sudor de la frente, Ortiz subió por una frágil escalera bajo el calor abrasador de la mañana para atar pedazos de zinc que ahora realizan la función de tejado después de que el huracán María destruyó el segundo piso de su casa al impactar la isla como una tormenta de categoría 4 en septiembre de 2017.
Ortiz se vio obligado a reconstruirlo todo por sí mismo, y finalizó hace apenas tres meses. Contó que no recibió asistencia del gobierno local o federal.
“Me dijeron que no cualificaba porque era pérdida total», señaló, negando la cabeza al añadir que Dorian lo inquietaba. “Estoy preocupado… con bastante sacrificio para que se lo lleve otra vez».
Es una preocupación que comparten muchos habitantes del territorio estadounidense, en donde aún hay alrededor de 30.000 viviendas con lonas azules en lugar de techos y en donde los 3,2 millones de pobladores dependen de una endeble red eléctrica que el huracán María destruyó y sigue siendo propensa a apagones incluso ante la más ligera de las lloviznas.
El martes por la tarde Dorian se ubicaba unos 530 kilómetros (330 millas) al sureste de Ponce, Puerto Rico. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que el meteoro tiene vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora (50 mph) y se pronostica que gane fuerza dentro de las próximas 24 horas antes de pasar por encima o cerca de la región occidental y central de la isla el miércoles conforme avanza con dirección oeste-noroeste a 20 km/h (13 mph).
“El mayor problema es la lluvia», dijo Roberto García, del Servicio Nacional de Meteorología de Puerto Rico. Se prevé que la tormenta deje entre 8 y 15 centímetros (3 y 6 pulgadas) de lluvia en las Islas de Barlovento, con precipitaciones aisladas de 25 centímetros (10 pulgadas).
Dorian ya causó apagones y derribó árboles en Barbados y Santa Lucía, y una trayectoria aún incierta a largo plazo coloca a la tormenta cerca de Florida durante el fin de semana.
El Centro de Huracanes emitió avisos de huracán y alertas de tormenta tropical para Puerto Rico y para República Dominicana desde la Isla Saona hasta Samaná. Existen avisos de tormenta para Saba, San Eustaquio y partes de la República Dominicana desde la Isla Saona hasta Punta Palenque y desde Samaná a Puerto Plata.