EFE. Reporajes. El llamado oeste puertorriqueño ofrece bellas playas, zonas ecológicas protegidas y tierras fértiles, que configuran el corazón agrícola y ganadero del país, además de una gastronomía muy sabrosa.
Ingrid Rivas, agrónoma boricua, explica: el oeste de Puerto Rico tiene un microclima y una geografía propicia para el desarrollo de la agricultura, por eso encontramos plantaciones de café, mango, naranjas, piña y todo tipo de vegetales.
Esa zona abarca los pueblos de San Sebastián, Moca, Maricao y Las Marías, con viejas haciendas azucareras y cafetaleras para explorar.
Para llegar, lo mejor es hacerlo a partir del moderno aeropuerto internacional de Aguadilla y, lo mejor es partir a continuación hacia el pueblo de Moca, centro tradicional del mundillo, un tejido fino que se hace con varias agujas o usos. Lo realizan las mujeres en las haciendas para decoración de ropas o para labores de tapicería.
Es una tradición que tratamos de mantener -dice Cuca, hábil tejedora- y por eso organizamos nuestro festival del mundillo todos los años.
A continuación se puede visitar San Sebastián, donde todos los viernes del año se organiza un bazar de agricultura en la plaza principal del pueblo.
Igualmente interesante es el festival de la hamaca, en el cual se exhiben reposeras de variada confección, usadas como cama en todo el Caribe y Latinoamérica. La tentación de hacerse con alguna es grande.
La localidad de Las Marías tiene una bella arquitectura y fue fundada en 1887. Es llamada la ciudad de las naranjas por su importante producción y porque, durante el mes de marzo, se lleva a cabo el festival de la China Dulce, en el cual se prueban recetas y bebidas elaboradas con la deliciosa fruta.
El siguiente destino de esta ruta es Maricao, que históricamente fue un lugar de asentamiento de los indios taínos y luego refugio de los españoles ante los ataques piratas. Actualmente es la ciudad del café.