Puesta en circulación de  las obras selectas del doctor Joaquín Balaguer

<p data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2007/03/1F2DEF27-7D8B-4E36-AB7A-7C89A0DF251D.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=299 data-eio-rheight=390><noscript><img
style=

A continuación ofrecemos a los lectores de HOY el texto del discurso pronunciado por el licenciado Joaquín Ricardo en ocasión de la puesta en circulación de las obras selectas del doctor Joaquín Balaguer, ex presidente de la República, en 10 tomos:

El Partido Reformista Social Cristiano y la Fundación Joaquín Balaguer Inc, hijos legítimos del genio creador de Joaquín Balaguer, iniciaron el pasado año las gestiones necesarias orientadas a ofrecerle a la memoria del extinto estadista una edición especial de sus Obras Selectas, con estudios y prólogos de las más singulares cabezas intelectuales del país, como evento principal con el que ambas instituciones conmemorarían el primer centenario del natalicio del ilustre estadista y hombre público.

Esta labor editorial estuvo coordinada por el activo escritor Cándido Gerón. El y su equipo de trabajo fueron los responsables de la escogencia de los textos, así como de la selección de los especialistas que elaboraron los prólogos y estudios que anteceden a cada volumen. Esa tarea fue realizada con absoluta libertad. La comisión del Partido Reformista y la Fundación Joaquín Balaguer Inc, encabezada por el doctor Jorge Tena Reyes, limitó sus funciones a la supervisión del proyecto.

El resultado de esta ingente gestión lo constituyen los diez tomos exquisitamente terminados, impresos en la competente Editora Corripio, C. por A.

Cuando el Partido Reformista Social Cristiano y la Fundación Joaquín Balaguer Inc., decidieron auspiciar la elaboración de esta edición especial de las obras del fenecido gobernante, primó en estas voluntades el deseo de resaltar ante las futuras generaciones los amplios conocimientos humanísticos con los que fue dotado este dominicano de excepción.

Las conquistas alcanzadas en el plano político e institucional por este ciudadano han obnubilado la serenidad de juicio de algunos de sus contemporáneos. Esta situación ha traído como consecuencia que las opiniones vertidas alrededor de la figura del ex presidente estén arropadas, en gran medida, por el prejuicio. Este proceso de asesinato de honras en el país tiene como víctima principal al fenecido estadista. Es decir, tiene este proceso de ensañamiento histórico su blanco preferido en la figura de Joaquín Balaguer.

Usualmente los que, en una actitud maniquea y cobarde, trillan el sendero pestilente de la difamación no han hecho uso del proverbio bíblico de “no ver la paja en el ojo ajeno sin tomar en cuenta la viga en el suyo”.

En lo que concierne al aspecto político, muchos ciudadanos tildan los tres primeros períodos constitucionales del doctor Balaguer como “el período de los doce años”. El choque violento de las ideologías en la que se denominó la época de la “guerra fría” y su saldo de vidas perdidas sólo se ausculta del lado del ejercicio del poder sin hablar de la despiadada y armada oposición que llenó de sangre al país. ¿Y aquello que sabiendo de antemano el resultado exhortaron a la juventud a inmolarse mientras ellos permanecían en la comodidad de su hogar? ¿Y que ha pasado con las personas que al servicio de la dictadura luego se convirtieron en hienas a la caza de la juventud de la época? Nos preguntamos si por el simple hecho de haberse convertido convenientemente a raíz del ajusticiamiento del tirano en miembros de un partido político expiaron sus culpas? ¿No son los mismos sepulcros blanqueados de siempre, que tan costoso le han salido a la nación dominicana?.

Este odio viceral, reflejo de nuestras miserias humanas, llega al extremo de pretender negarle talento al doctor Balaguer, a pesar de que reconocidas figuras en el campo del saber lo atestiguan y reconocen.

Basta recordar el juicio del patriarca de la escuela filológica moderna española Don Ramón Menéndez y Pidal y sus discípulos Emilio Díez Echarri y Rafael de Balbín Lucas, quienes al leer su obra “Apuntes para una Historia Prosódica de la Métrica Castellana” coincidieron en estimar oportuna su publicación “por contener una valiosa contribución al estudio del metro de Juan de Mena, así como al de otros importantes aspectos de la versificación castellana”, fin de la cita.

La opinión de estos tres grandes maestros bastaría para colocar a Joaquín Balaguer en la línea de pensamiento de nuestro ilustre compatriota Don Pedro Henríquez Ureña.

A propósito de la inclinación del doctor Joaquín Balaguer hacia el estudio de la métrica castellana conviene citar entre otros trabajos suyo, el que tiene como título: “En torno a un pretendido vicio prosódico de los poetas hispanoamericanos”, publicado en Bogotá en 1949. También dio a la luz pública en esa ciudad, dos años antes, su artículo “palabras con dos acentos”, una prueba más de su acendrado humanismo hispánico. De igual manera, debemos citar sus discursos acerca de la “hazaña portentosa del Descubrimiento”, “Odisea épica y humana”, pronunciado en la Segunda Cumbre Iberoamericana celebrada en España en 1992, así como el de la Primera Cumbre que tuvo lugar en Guadalajara, México, en 1991, que él denominó: “Eliminar los contrastes sociales es el desafío”, título por demás sugerente y de actualidad. Dentro de esta línea del humanismo del doctor Balaguer, no debe olvidarse la publicación de su obra: “Yo y mis Condiscípulos”, donde podemos leer sus apreciaciones por el tema de la crítica poética contemporánea.

Pero mi intervención en esta ocasión ante tan distinguido y selecto público tiene como fin específico presentar los diez (10) tomos de las Obras Selectas del doctor Joaquín Balaguer, editados en ocasión del primer centenario de su natalicio, en los que se recogen sus principales ensayos, sus discursos históricos, literarios, políticos y académicos; sus biografías, su obra poética y sus memorias, recogidas en La Palabra Encadenada y en Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo.

Cada uno de estos tomos está enriquecido con un prólogo y un estudio, al igual que un exhaustivo índice onomástico, lo cual permitirá al lector seguir con precisión aritmética el contenido de cada obra, así como apreciar la valoración de los autores incluidos, veintidós prestantes escritores que trabajaron en la ilustración del conjunto de las Obras Selectas del doctor Joaquín Balaguer, las cuales se extienden desde sus primeros versos hasta su tres últimas producciones, nos referimos a España Infinita, Grecia Eterna, y la Raza Inglesa. Sin embargo, aprovecho esta ocasión para hacer notar no sólo la calidad conceptual de la producción literaria de sus obras, sino también el empeño de su autor por resaltar las figuras más relevantes de la literatura dominicana, con un marcado sentido nacionalista, aspecto en el que ocupa un lugar primigenio en la crítica literaria del país.

Leamos pues Semblanzas Literarias, Letras Dominicanas, Los Próceres Escritores, Historia de la Literatura Dominicana, La Isla Al Revés y sus biografías de Juan Pablo Duarte y Antonio Duvergé. Estas publicaciones le asignan a Joaquín Balaguer un puesto singular en el nacionalismo literario dominicano, que él también imprimió sin mediatizaciones a su accionar político desde sus años juveniles.

Les comento, como prueba de lo que acabo de expresar dos artículos contenidos en la reciente obra publicada por el Dr. Fernando Pérez Memén, con el título: “El Joven Balaguer”. En el primero de ellos, “Servilismo Hereditario”, Balaguer, con tan sólo 16 años, escribía en plena intervención militar norteamericana lo siguiente: “La muchedumbre es bastante ciega para comprender que al fin había de hundirse con su propio peso en el abismo. Y con la colectividad camina hacia la ruina por la ley fatal del servilismo hereditario”, y agrega: “Esa ha sido nuestra historia y esa seguirá siendo hasta jamás, sino arrancamos de nuestro corazón  ese servilismo hereditario que comunica nuestro espíritu con la búsqueda misteriosa del hombre prehistórico”.

Como si esto no fuera suficiente para reafirmar su inquebrantable nacionalismo, un año después de publicar este artículo, Joaquín Balaguer escribió en el mismo periódico de La Información de Santiago, el 27 de septiembre de 1923, el apocalíptico escrito “Mister Hughes y el Plan de Esclavización”, del que sólo voy a leer el ultimo párrafo: “La política que Mister Hughes está desarrollando en el Congreso Americano es una política completamente imperialista, y Mister Hughes no podía, sin traicionar a su imperialismo, dejar salir libre y autónoma de la honra del Plan la cabeza de la República. Los que tienen confianza en el Lic. Peynado, sepan que Mister Hughes se lo tragó, y que con él se ha tragado también a la República”.

Nadie en nuestro país, con tan corta edad, 17 años apenas, ha escrito en forma tan abierta y responsable acerca de la defensa de la nacionalidad mancillada, si exceptuamos la figura de Don Américo Lugo, con la diferencia de que el ilustre jurisconsulto tenía entonces 52 años y Balaguer contaba sólo con 17 años.

La lectura de los diez tomos de las Obras Selectas del Dr. Joaquín Balaguer que hoy ponemos a disposición del público, deseamos que se realice no sólo con pasión sino que se lea con prudente inteligencia, con la plena seguridad de que la imagen del político y del estadista será inferior a la estatura que alcanzó como prosista, poeta, ensayista y orador de verbo fácil y elocuente.

A pesar de esto, una prueba de la mediocridad con que se juzga la figura del doctor Balaguer lo constituye el hecho de que circula en los medios literarios y académicos del país una antología de la oratoria dominicana en la que a su autor se le olvidó incluir el nombre de Joaquín Balaguer, a pesar de que, desde 1928, el periódico Listín Diario lo consagró como el Castelar dominicano, al reseñar el memorable discurso que pronunció en la ciudad de Santiago en ocasión del homenaje rendido a Don Federico Henríquez y Carvajal, al cumplir sus setenta y dos años. Asimismo, ignorar en una antología de la oratoria dominicana los discursos titulados: Heredia, verbo de la libertad, Salomé Ureña, Fabio Fiallo, Benito Juarez o el que con motivo del cuarto centenario del natalicio de Isabel la Católica pronunció en 1951, es realmente una infamia incalificable.

Tanto el Partido Reformista Social Cristiano como la Fundación Joaquín Balaguer, agradecen a los intelectuales dominicanos que en forma libre y espontánea asumieron la responsabilidad de presentar y prolongar los libros que hoy ponemos a disposición de ustedes con el título Obras Selectas del Dr. Joaquín Balaguer, labor editorial que tuvo como coordinador al Sr. Cándido Gerón.

No podemos silenciar la competencia técnica y la espontaneidad personal de la Editora Corripio, C Por A; que tuvo a su cargo esta primorosa edición, por expresa disposición de su propietario, el señor José Luis Corripio Estrada, a quien agradecemos su presencia como también la del señor José Manuel González Corripio, propietario de la magnifica librería que nos ha servido de escenario.

Sólo me resta informar que en el curso del presente año continuaremos difundiendo la obra y el pensamiento del doctor Balaguer, convencidos de que con ello no sólo contribuimos al enriquecimiento de la más dignas bibliografía nacional sino que, al mismo tiempo, entregamos a las presentes y futuras generaciones un patrimonio cultural que enaltece a su autor y a la patria que lo vio nacer.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas