Puestos a merced de la  tentación

Puestos a merced de la  tentación

En todo cuanto se ha dicho acerca de la necesidad de reformar y modernizar la Policía Nacional, los institutos castrenses, cuerpos de bomberos y otras entidades de servicio público, lo menos resonante ha sido el aspecto salarial. Particularmente los policías, por la naturaleza de su trabajo, son puestos a navegar en un mar de tentaciones con remuneración indigna, que no alcanza para costear la subsistencia. Se les exige mucho y se les paga muy poco.

Fray Máximo Rodríguez, rector del santuario Las Mercedes, pone en contexto de actualidad el hecho de que a policías, militares y bomberos con sueldos de miseria no se les puede exigir calidad en sus servicios. Toda reforma que no coloque en primer orden las condiciones de vida de los hombres y mujeres que tienen el deber de ejercer la autoridad que sus instituciones les confieren, es una reforma con pocas posibilidades de éxito.

Con la paga que recibe, un policía promedio está, por fuerza, sometido a la disyuntiva de hacer su papel y arriesgar la vida, hacerse el ciego y sordo ante el delito o, peor aún, sucumbir ante el soborno, la complicidad, la extorsión y otras acciones pecaminosas. Los planificadores y reformadores tienen que tomar en cuenta que es necesario incluir en el orden de prioridades una paga más razonable para estos servidores.

Abandono en Las Américas

Algunos tramos de la Autopista Las Américas lucen sucios, con hojarasca y arenilla, debido a falta de limpieza. En puntos riesgosos por estar cerca del mar faltan muros o barreras que impidan que vehículos fuera de control vayan a parar al mar Caribe, como ocurrió el 12 de febrero, cuando un autobús cayó a las aguas y murieron once de sus ocupantes. Se ha explicado que un litigio entre el Ministerio de Obras Públicas y la empresa encargada de los trabajos en esa vía impide hacer estos arreglos.

 La arenilla que se ha acumulado cerca del muro central en algunos tramos de Las Américas es un elemento de perturbación, entre otras cosas porque el paso de los vehículos la levanta por los aires. También, porque en caso de lluvia esta arenilla reduce el agarre de los neumáticos y convierte tramos de la vía en resbalosos. De alguna manera hay que remover de la autopista estos depósitos de basura. Nada debe disminuir la seguridad de los conductores.

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