El ministro de Trabajo, Max Puig, confió ayer en que a más tardar a mediados de la próxima semana se puedan poner de acuerdo patronos y trabajadores para lograr un aumento de salario acorde con los niveles de inflación.
Indicó que el viernes entregó a los actores documentos y estudios estadísticos que les pueden ayudar a tener una visión más objetiva sobre el tema de los salarios.
Dijo que espera que después que pase el feriado se convoque una cuarta reunión del Comité Nacional de Salarios y que las partes se pongan de acuerdo.
Confía en que el resultado de las conversaciones sea un aumento sustancial del mínimo que permita a los trabajadores compensar la pérdida del poder adquisitivo.
Reiteró que mantiene su posición sobre la necesidad de que se disponga un aumento salarial.
El impasse entre sindicalistas y empresarios ha impedido que las negosiciones sigan en curso. El sector sindical está renuente a aceptar el alza de un 13% que plantean los empleadores y que abarcaría solo al salario mínimo, para el que pide un 25%.
Los obreros quieren un aumento general.