Si una cualidad hay que destacar de la sociedad santiaguense es la pujanza de sus empresarios en el desarrollo y sostenimiento de proyectos de beneficio común.
Es una cualidad basada en la forma de asumir la responsabilidad de diseñar el crecimiento y porvenir de su ciudad con fines que permiten rentabilidad empresarial sin descuido del beneficio colectivo.
Esa visión del porvenir fue, posiblemente, uno de los principales impulsores del proyecto de inversión privada que ha dotado a esa ciudad de un moderno aeropuerto, ubicado en Liceo al Medio, a la vez que se proyecta convertir el viejo aeródromo en un gran parque central para disfrute de la ciudad.
Esa misma visión ha permitido el diseño de proyectos tan exquisitos como el Centro León, de hechura privada, pero que ha puesto al alcance de la sociedad santiagués un verdadero manantial de cultura de invaluables beneficios sociales.
Ese mismo espíritu ha inspirado grandes inversiones de capitales santiaguenses en obras de gran retorno en términos de beneficio colectivo, cuyo inventario está a la vista.
-II-
Partiendo de esa huella, tangible para todos, hay que presumir que los planes que tiene entre manos el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago habrán de alcanzar metas importantes en cuanto a convertir esa zona geográfica en un atractivo irresistible para la inversión de capitales en diversos renglones.
La exposición que a grandes rasgos hiciera el empresario Hendrik Kelner, presidente de dicho Consejo, durante su comparecencia en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicación Corripio, deja claro que la búsqueda de mejorar la competitividad de Santiago tiene garantizadas expectativas de éxito a mediano y largo plazos.
Hay que deducir que esos planes tendrán efectos multiplicadores como los rendidos por el aeropuerto, que ha dinamizado la economía de Licey y comunidades cercanas.
-III-
Santiago, que está enclavada en una región altamente productiva y que cuenta con una poderosa economía agropecuaria, tiene en reserva una potencialidad inexplotada en materia de inversión.
La industrialización de la agropecuaria está todavía en sus etapas primarias y es abundante el inventario de posibilidades de inversión industrial y comercial.
Los patrones de desarrollo seguidos hasta ahora han sido válidos para ir apuntalando la economía santiagués como una de las más sólidas del país, con un aporte considerable al Producto Interno Bruto.
Esto hace que sea necesario seguir con atención y respaldar los planes esbozados para levantar la competitividad de Santiago como parte de una estrategia para atraer inversiones y fomentar desarrollo económico y social. La pujanza santiaguera ya ha hecho huellas que trazan el camino hacia el porvenir.