MATTHEW LEECH
MLB.com. A Albert Pujols nunca le gusta salir de juego, por ninguna razón.
Pero hizo una excepción el miércoles en la noche.
Pujols estaba claramente afectado por dos jugadas en la tercera entrada de la victoria 11-3 de los Cardenales sobre los Padres, cuando contribuyó sin intención a lesiones del lanzado y receptor de San Diego.
Pujols conectó una línea por el medio que golpeó al lanzador Chris Young en la cara, enviando a Young al piso y sacándolo del juego.
Young fue diagnosticado con una nariz rota.
Pudo haber sido peor, dijo Pujols, quien llamó a Young después del partido para ver cómo seguía.
Pudo haber sido en un ojo o algo más. Por suerte está bien. Voy a rezar por él. Fue una nota dura, después de eso no me pude concentrar. Uno no quiere que eso le pase a nadie.
Pero posteriormente, Pujols se barrió duro en el plato luego de un hit de Troy Glaus y el dominicano se llevó de encuentro al receptor Josh Bard, quien salió con una torcedura.
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Un dos por uno
Pujols se vio claramente distraído después de los incidentes, bateando de 3-0 en sus siguientes tres turnos al bate. El dirigente Tony La Russa lo sacó en el octavo, pues estaba desconcentrado.