Pujols marcará el destino de los Cardenales

Pujols marcará el destino de los Cardenales

El dominicano Albert Pujols se ha convertido en el pilar del equipo de los Cardenales de San Luis desde hace un par de temporadas cuando el legendario Mark McGwire se retiró, para muchos a destiempo, y asumió las riendas de la organización.

Pujols batalló la temporada completa para ganar la Triple Corona de bateo, la cual perdió al finalizar la temporada por un par de jonrones y unas escasas empujadas.

Este año no estará en la tercera base, ni en los jardines, por donde rodó en años anteriores, sino que se mantendrá en la primera base donde podrá descollar aún más y demostrar el pleno de su capacidad ofensiva.

Entonces si el año pasado tuvo un promedio de bateo de .359 y se fue para la calle en 43 ocasiones, sumando además 124 carreras empujadas en una de las temporadas más completas en el plano ofensivo.

Los Cardenales terminaron en el tercer lugar de la División Central de la Liga Nacional, detrás de los Cachorros de Chicago y los Astros de Houston, decepcionando a su legión de fanáticos que esperaba un poco más de la organización.

Y aunque este año no hicieron grandes movimientos para reforzar las arcas de los Cardenales, el dominicano Pujols puede ser la guía que marque el destino de San Luis.

Pujols es el corazón de la ofensiva de los Cardenales, pero no está solo y la compañía no es nada mala.

Con Pujols está Scott Rolen, el talentoso antesalista que llegó en un cambio la pasada temporada y que se lastimó a finales de la campaña, lo que afectó las aspiraciones finales del grupo.

Rolen tiene talento ofensivo y defensivo, lo que le convierte en una herramienta completa para un equipo que necesita toda la ayuda que se le pueda brindar.

Con .286, 24 jonrones y 104 empujadas, este jugador de apenas 28 años de edad luce con la capacidad de brindar mucho más para las aspiraciones de unos Cardenales que tienen una fiera competencia en los Cachorros y los Astros.

En el plano ofensivo también cuentan con el jardinero central Jim Edmonds, el mago del guante, que redondea el alma ofensiva de los Pájaros Rojos.

Edmonds disparó 39 cuadrangulares y se quedó ligeramente corto en las remolcadas con 89. Su promedio cayó por debajo de .300 por primera vez en dos años, situándose en .275.

Un año bueno para el 2004 no es nada extraño en Edmonds y se espera se repita la producción a la que ha acostumbrado.

El ganador del Guante de Oro, Edgar Rentería estará de vuelta con los Cardenales para repetir su campaña de .330 con 13 jonrones y 100 empujadas en el 2003.

[b]EL PITCHEO[/b]

En términos de pitcheo, los Cardenales tienen un buen grupo de lanzadores en los que confiar.

Su principal arma es el derecho Woody Williams, quien obtuvo 18 victorias contra nueve derrotas aunque su efectividad fue ligeramente elevada, colocándose en los 3.87.

Danny Haren y Jeff Suppan son los dos únicos otros que están fijos en la rotación de los Cardenales, este último conseguido durante la temporada muerta.

Otra adquisición fue el dominicano Julián Tavárez, quien fue visto como un hombre del agrado del dirigente Tony La Russa, el legendario dirigente que irá a Cooperstown cuando se retire.

Los Cardenales lamentablemente no lucen tan fuertes como cualquiera podría querer y es que no fueron lo suficientemente agresivos en la temporada muerta y hoy por hoy no se parecen a los Cachorros de Chicago o los Astros de Houston.

[b]NOTAS DE LOS CARDENALES[/b]

Los Cardenales dejaron perder algunas figuras claves en la temporada muerta, viendo partir a jugadores de la categoría de Tino Martínez y los jardineros J.D. Drew y el receptor Eli Marrero.

Esas perdidas no fueron contrarrestadas por la gerencia, que apenas consiguieron a Reggie Sanders y a Steve Cox en el plano ofensivo, o sea, jugadores de poca monta.

El dirigente Tony La Russa va a tener que emplearse a fondo si es que realmente quiere lograr algo con lo que le han presentado, que no pinta a ser nada bueno, exceptuando que sea una explosión superba de parte de Pujols.

Aparte de todo esto, los fracasos de asegurar a Pujols a largo plazo durante todo este invierno le han dado un toque negativo a lo que la gente espera de un conjunto tan tradicional como el de San Luis.

Claramente la gerencia, y la empresa Busch, propietaria de los Cardenales, no piensa esforzarse mucho y espera que se haga algún tipo de magia tal y como sucedió en el pasado con los Marlins y los Angelinos, pero eso no parece estar en camino a suceder en San Luis.

El esquema que se ha planteado para el 2004 no es el más atractivo y por eso se podría vislumbrar otro año fuera de los playoffs para los Cardenales.

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